Espacios. Espacios. Vol. 30 (2) 2009. Pág. 12

Nuevas tecnologías de la Información y su relación con lo social. Coordenadas para desentrañar los determinismos de la relación tecnología y sociedad1

The relationship between the new information tehnology and the social realm

Valeria Falleti 2

Recibido:13-11-08 - Aprobado: 15-01-09


Contenido


RESUMEN:
El presente artículo pretende estudiar a las tecnologías de la información y su relación con lo social, particularmente con los procesos de participación y democratización del conocimiento. Con el fin de contribuir a este debate, consideramos indispensable introducir una discusión previa sobre la relación entre la tecnología y la sociedad. De manera frecuente se “naturalizan” ciertas concepciones de la tecnología, limitando la posibilidad de reflexión sobre los prejuicios e ideas previas que se inscriben en cierta concepción de la misma. Es así que en el presente artículo pretendemos desentrañar y problematizar la relación tecnología- sociedad. Luego de explorar los reduccionismos que ponen el foco ya sea en lo social o bien en la tecnología, proponemos una relación compleja que estudie el aspecto social de la tecnología y el aspecto técnico presente en las relaciones sociales. En este sentido resulta útil la noción “socio-técnica” de Bijker. De manera complementaria a esta discusión central y con la intención de establecer una especificidad de la tecnología, estudiamos a esta última en su relación con la economía.
Palavras-chave: tecnologías de la información, “socio-técnico”, relación tecnología-sociedad, Internet.

ABSTRACT:
This article attempts to study information technologies and their relationship with the social realm, in particular the role of those technologies in processes of social participation and the democratization of knowledge. In order to make a contribution to that debate, we consider as necessary to go back to a previous discussion on the broader relationship between technology and society. It can be observed that certain conceptions of technology are frequently “naturalized”, limiting the possibility of thinking about prejudges and pre-existing ideas that are rooted in a particular notion of technology. Therefore, in this article we attempt to disentangle and put into question the relationship between technology and society. After exploring different approaches that focus either on society or on technology, we propose a complex relationship between both society and technology, addressing the social aspect of technology and the technical side of social relations. In order to do so we use the “socio-technical” notion presented by Bijker. In parallel to this central discussion –and with the intention of establishing the specificity of technology- we study the relation between technology and economics.
Key-words: information technologies, “socio-technical”, relationship between technology and society, Internet.

Introducción

Al introducir las nuevas tecnologías de la información y comunicación (NTIC's) en el ámbito político se reedita el sueño de antaño 3 de una democracia participativa e igualitaria debido a la accesibilidad a la información, a la posibilidad de que no haya mediación entre el gobierno y los ciudadanos, entre otras razones. En el marco de este discurso que resalta las potencialidades de las tic's comienzan a ser frecuentes las expresiones tales como e-goverment, e-citizen, democratización de la información. De la vereda de enfrente están quienes plantean que estas visiones se sostienen en el "mito de información", es decir, con una actitud casi religiosa se plantea que una adopción generalizada de ordenadores y el fácil acceso a la información producirán automáticamente un mejor mundo para la vida de los hombres (Winner, 1987). Otros advierten que lejos de promover la participación, el uso intenso de internet propicia el aislamiento (Putnam, 1995). Tanto los discursos que producen un efecto de fascinación en torno a las ventajas y potencialidades de las tic's como los pesimistas, no sólo reeditan una concepción esencialista de la tecnología sino invisibilizan la idea de proceso presente en lo tecnológico. Este proceso es dinámico, interactivo, heterogéneo, dispar y no da iguales resultados en todos los casos. Se invisibiliza también la relevancia de los aspectos subjetivos en el uso de una tecnología, dado que en varias ocasiones el grado de complejidad alcanzado por una tecnología es promovido por la creatividad e inquietud de quien la utiliza. De igual modo, se ocultan las asimetrías presentes en los particulares usos de las nuevas tecnologías de la información (aspectos sociales de la tecnología) que muestran cómo las relaciones de poder se materializan en los artefactos. En este sentido, nos resulta de utilidad problematizar la idea “apropiación social de la tecnología", prefiriendo hablar de "adecuación socio-técnica" (Dagnino, 2002b) dado que sostenemos que se apropian de las tecnologías sólo quienes las crean y difunden, y no el común de la gente.

En el presente artículo exploramos aquellos procesos que suelen quedar ocultos en la formulación de discursos totalizadores que declaran tanto la globalización como una brecha digital estructural. Con este objetivo, en primer lugar, problematizamos la relación entre la tecnología y la sociedad focalizando en las tecnologías de la información y en segundo lugar observamos los impasses en los que se incurre cuando se estudia a la tecnología desde la economía.

Sostenemos la importancia de no realizar distinciones a priori entre tecnología y sociedad, no plantear ambos aspectos de manera dicotómica, proponemos entonces relevar los aspectos sociales de la tecnología y el carácter tecnológico de lo social. Es así que pensamos dicha relación en términos complejos desde una perspectiva "socio-técnica" (Bijker, 1997) y estudiamos la mutua transformación de ambos aspectos (lo social y técnico) y los procesos identificados en dicha transformación.

1. Relación entre tecnología y sociedad. Establecimiento de las coordenadas para estudiar a la tecnología en su especificidad

Aludiremos a las principales visiones acerca de la relación entre tecnología y sociedad con el fin de relevar aquellos elementos que contribuirán a la definición de las principales herramientas de análisis, útiles para un estudio de caso. Destacamos también el aspecto "relacional" como punto de partida para apartarnos de enfoques reduccionistas que piensan a la tecnología y a la sociedad como entidades separadas y recortables. Dichos enfoques parten de una pregunta óntica, esta es ¿qué es la tecnología?, reduciendo notablemente la complejidad del problema.

Presentaremos, en primer lugar, la visión determinista tecnológica y luego la tesis débil de la no neutralidad dentro del determinismo social de la tecnología. En segundo lugar, examinaremos estas visiones presentes también en los aportes sobre las tecnologías de la información. En tercer lugar, se aludirá a los aportes del constructivismo social de la tecnología de Bijker, quien propone un nivel de análisis complejo del cambio tecnológico: "ensamblaje socio-técnico".

1.1 Visiones acerca de la relación tecnología-sociedad: los determinismos

Estudios que analizan las teorías clásicas sobre el papel de la tecnología de la producción en la sociedad (Dagnino, 2002a; Thomas, 2000), sostienen que es posible registrar en las líneas argumentativas de estas teorías, en general, dos líneas mono-causales deterministas:

a) causalidad tecnológica, esto es, que los cambios tecnológicos (descubrimientos, nuevos productos o procesos) determinan cambios sociales. Se ubican aquí los abordajes deterministas tecnológicos.

b) causalidad social: los cambios tecnológicos son explicados mediante causas sociales. Si ubican aquí las visiones deterministas sociales de la tecnología.

a) El determinismo tecnológico

Para aludir al determinismo tecnológico se suele hacer referencia a una de las frases más conocidas de K. Marx: "El molino trajo la sociedad con señor feudal; la máquina de vapor la sociedad con industrial capitalista". Esta frase ha dado sustento a una tradición de trabajos focalizados en el determinismo tecnológico y al mismo tiempo, dio lugar a críticas desde posiciones deterministas sociales y en defensa del pensamiento marxista (Thomas, 2000: 1).

El determinismo tecnológico se sostiene en una concepción esencialista de la tecnología -nociones que usaremos de manera indistinta-. Desde esta visión se le atribuye a la tecnología: neutralidad (la consideran despojada de valores, intereses y no genera asimetrías), autonomía en su desarrollo respecto de los factores sociales, culturales y políticos y una racionalidad interna que define la elección correcta y el uso adecuado entre diferentes estrategias posibles.

Los estudios CTS advierten sobre estos atributos de la tecnología con el fin de cuestionarlos:

"... sólo es posible que la tecnología pueda actuar de cadena transmisora en la mejora social si se respeta su autonomía, si se olvida de la sociedad para atender únicamente a un criterio interno de eficacia. La Tecnología -al igual que la ciencia- es presentada como forma autónoma de la cultura, como actividad valorativamente neutral, como una alianza heroica de conquista de la naturaleza" (González García et al., 1996).

Estos principios -que en sí son valores- tomaron expresión en la sociedad en su conjunto, dice Habermas: "la progresiva racionalización de la sociedad depende de la institucionalización del progreso científico-técnico" (Habermas, 1986: 54). En el ámbito científico-académico -expresión de dicha racionalización, espacio habitado por los expertos: intelectuales y científicos- estos atributos de la tecnología se hacen presentes en la corriente de pensamiento positivista que signa "la" manera de acceder y generar conocimiento objetivo, reproducible y universal. El científico a través de la adopción de reglas y métodos objetivos lograría evitar la influencia social. Uno de los valores del ethos científico promulgado por Robert K. Merton, es la suspensión de las propias creencias e intereses -escepticismo- quedando éstos subordinados a criterios constatables y racionales. Merton 4 es quien sistematiza las normas y valores que constituyen los imperativos de la institución de la ciencia. Por su parte, Varsavsky (1969) critica duramente al ethos científico. Enfatiza que no cualquier estilo científico o tecnológico es compatible con un estilo de sociedad determinada.

La política tanto económica como social empieza a ser considerada como una cuestión técnica, asimismo en la vida cotidiana se priorizan las acciones racionales con respecto a fines. Plantea Habermas: "la racionalización implica una ampliación de los ámbitos sociales que quedan sometidos a los criterios de la decisión racional" (Habermas, 1986: 53)

Desde la concepción neutral de la tecnología no sólo no tendría sentido pensar en tecnologías alternativas -dado que habría una única tecnología- sino que sería posible transferirla de un contexto a otro cultural y socialmente distinto consiguiendo iguales efectos en la productividad. Son los estudios sociales de la tecnología en Latinoamérica los que critican esta visión, advirtiendo sobre las consecuencias sociales de la transferencia a-crítica y a-cultural de tecnología en esta región. En la construcción de un modelo científico-tecnológico con marcas "prestadas" e "importadas" de Euroamérica, en la cual los grupos de elite han tenido un papel fundamental, se ha contribuido a un proceso de transculturalización. Esto es, un proceso de adquisición consciente de ciertos patrones de acción “del otro”, generando desde allí acciones cuya meta sea alcanzar el modelo a imitar (Vessuri, 2001: 246). 5

Esta autora resalta la importancia del desarrollo de un modelo científico-tecnológico alternativo que tenga la marca de ser parte de los sistemas particulares que tienen las culturas para experimentar la naturaleza y darle sentido (Vessuri, 2001: 236). En esta misma línea, Varsavsky plantea que la posibilidad de lograr autonomía está en estrecha relación con la construcción de un modelo científico-tecnológico alternativo con pautas locales y regionales. Es decir, logrando independencia, al menos en parte, científica y tecnológicamente de los países desarrollados. Ya en aquel momento advertía:

"... y no cambiaremos gran cosa si no logramos independizarnos científicamente aunque sea en parte. Esto no es tan fácil de conseguir, no sólo por sus dificultades intrínsecas, sino porque debemos enfrentarnos a toda una campaña organizada para la “integración científica” de América Latina que se opone a la autonomía” (Varsavsky, 1969: 127-128).

Estas críticas han dado lugar a finales de la década del sesenta al Pensamiento Latinoamericano en Ciencia, Tecnología y Sociedad (PLACTS), proyecto político que surge como respuesta al problema de la dependencia tecnológica (Dagnino, Thomas y Davyt, 1996) y critica frontalmente a la pretendida neutralidad de lo científico-tecnológico. Sus principales exponentes eran Jorge Sábato, Oscar Varsavsky y Amilcar Herrera, entre otros.

Una particular expresión del determinismo tecnológico se verifica en la tendencia a centralizar algunos estudios históricos en la descripción pormenorizada de artefactos (Thomas, 2000; Boczkowski, 1996). Entre los motivos que señala Thomas por los cuales el estudio de las tecnologías se ha centralizado en los artefactos, plantea que los mismos son la realización tecnológica más evidente y concreta. Sostiene además que esta centralización en el objeto se constituye en un mecanismo táctico de los investigadores dado que se les garantiza así la obtención de resultados concretos (Thomas, 2000: 11). Al tomar la parte por el todo, invisibilizan, al mismo tiempo, la complejidad del fenómeno socio-productivo. La concepción neoclásica del cambio tecnológico incurre en el mismo ocultamiento.

El problema de los neoclásicos con el progreso técnico, a principios del siglo XX, era que se resistía a la medición y cuantificación, perturbando la idea de un sistema económico en equilibrio. Es decir, se trataba de un fenómeno que no se adecuaba a los modelos formales de la economía. Debido a esto, piensan a la tecnología como una fuente exógena, neutra y residual a la función de producción, esto es, interesa sólo sus efectos en las variables económicas. Si se observa un impacto en el crecimiento de la productividad y no es explicable por los otros insumos, se lo atribuirá al progreso técnico y se observarán los efectos de su implementación, por ejemplo, el aumento de costos, el aumento de la productividad. Desde esta perspectiva, la rentabilidad y maximizar las ganancias son las principales preocupaciones. En este sentido, la tecnología queda como un residuo, como un plus no cuantificable (Martinez, 1994).

Explica este último autor (1994) que la neutralidad del progreso técnico sostenida por los neoclásicos no se debe a algo empírico, o sea, al resultado del estudio de sus verdaderas características, sino en tanto es condición necesaria para construir modelos formales de crecimiento en equilibrio.

En el caso de los neoclásicos se observa un doble ocultamiento en el proceso socio-productivo: del aspecto social y de la tecnología misma. Es Schumpeter a comienzos del siglo XX quien empieza a despertar el interés de la tecnología para la economía aunque no avanza mucho en su conceptualización. Intenta explicar demasiado con un sólo fenómeno y actor, estos son, la innovación y el empresario innovador (Martínez, 1994: 239). La escuela evolucionista es la que estudia al cambio tecnológico aportando elementos que contribuyen a estudiar a la tecnología en su especificidad. Introduce conceptos nodales para comprender el cambio tecnológico: pensándolo como proceso evolutivo y dinámico, diferencia entre información y conocimiento, analiza el marco institucional y aprendizaje en la organización, el conflicto de intereses entre los actores, la autoorganización y los mecanismos de selección sistemática (López, 1996; Williams y Edge, 1996). Estas cuestiones se retomarán en el segundo apartado.

b) El determinismo social de la tecnología

La causalidad social del cambio tecnológico surge como crítica a la neutralidad de la tecnología, de todos modos, incide en un determinismo social. Dentro de los aportes que ponen el eje en la sociedad, es posible distinguir una tesis débil de una fuerte de la no neutralidad de la tecnología (Dagnino, 2002a). La tesis débil de la no neutralidad plantea que el contexto de las relaciones sociales y políticas es el ambiente donde se ha generado el conocimiento científico-tecnológico, por lo tanto ese conocimiento posee las características y es funcional a su desarrollo y permanencia. Desde esta visión los intereses y valores de los actores sociales son inseparables de la trayectoria innovativa (Dagnino, 2002a: 3). En esta corriente se ubican autores como Langdon Winner, ciertas corrientes del constructivismo social de la tecnología y aquellos que frente a la tensión de los polos intentan soluciones de compromiso, tales son los casos de Elliott (Dagnino, 2002a: 22) y ciertas reflexiones de Heilbroner (Thomas, 2000: 9). Asimismo se puede aludir a los estudios CTS que, aunque con enfoques más interactivos, ponen el eje en lo contextual, destacando la importancia de la educación en materia científico-tecnológica, la participación y control de la ciudadanía en los desarrollos científico-tecnológicos de su país, que la gente forme parte del proceso de toma de decisiones acotando el dominio que se puede ejercer en una particular manera de implementar tecnología (González García et al., 1996; López Cerezo et al., 1998; Bazzo et al., 2003)

Si bien es posible aludir a muchos otros autores y teorías que podrían incluirse en esta tesis débil provenientes del campo de la tecnología, de las ciencias políticas -como es el caso de Max Weber- o de las ciencias sociales -como es el caso de Thomas Kuhn-, estos no serán tratados aquí dado que sería motivo para la formulación de otro artículo.

Por su parte la tesis fuerte sostiene que el contexto imprime características particulares y únicas al desarrollo científico-tecnológico el cual no puede ser utilizado por otra sociedad. En torno a esta tesis se advierte que la adopción por parte del socialismo de formas capitalistas de producción y organización del trabajo fue la causa de su debilitamiento. Aquí se ubican autores como Coriat, Braverman y Dickson (Dagnino, 2002a). 6

Dentro de las perspectivas relevadas en torno a las tic's no se identifica una visión de este tipo, por el contrario, prevalece su aspecto globalizador más allá del contexto social o cultural, y son frecuentes las expresiones que aluden a un fenómeno homogéneo tales como "la globalización", "la sociedad informacional", "la revolución de la información".

Entre los aportes que responden a la tesis débil de la no neutralidad, se destaca a Langdon Winner por ser uno de los más importantes en esta corriente (Dagnino, 2002a, 18). Winner plantea que las máquinas, estructuras y sistemas deben ser juzgadas no por su eficacia, productividad y rentabilidad, como sostiene la visión neoclásica recién mencionada, ni por sus efectos ambientales positivos o negativos, como plantea la tradición norteamericana de los estudios sociales de la tecnología, sino por la forma en que pueden incorporar poder y autoridad. Es decir, cómo los sistemas tecnológicos reproducen jerarquías incrementando poder a los que ya lo tienen (Winner, 1987). El autor describe dos situaciones en las que los artefactos tecnológicos poseen propiedades políticas:

La primera ocurre cuando con un diseño, dispositivo o sistema se establecen patrones de poder, favoreciendo los intereses de una determinada comunidad o grupo social en detrimento de otros. Es conocido el caso del puente de Long Island utilizado por Winner para aludir a esta situación. El autor muestra cómo el puente de acceso a la isla en Nueva York estaba diseñado de forma tal que pudieran pasar solamente autos y no ómnibus -en los que suelen viajar las personas de color-. Esta tecnología urbana estaba al servicio de hacer accesible dicho lugar sólo para cierto grupo social, blancos de clase media.

Considerando a las tecnologías de la información, estas pueden usarse, además de conductoras de información, como un medio de vigilancia, control y des-información, desafiando la privacidad de los usuarios. Al navegar por internet se dejan rastros digitales invisibles posibles de seguir. Se puede obtener información sobre los intereses, gustos y preferencias de los usuarios, sobre las transacciones comerciales que realizan, tarjetas de crédito que utilizan. Esta información que es de capital importancia para las agencias comerciales que buscan captar nuevos consumidores, les puede ser vendida. En este sentido, internet se puede convertir en un medio para concentrar y vender información, viéndose desafiada la tradicional idea de privacidad por la facilidad de recolectar y diseminar información detallada de los individuos. Esta corriente de críticos usa el modelo del Panóptico, utilizado por Michel Foucault para describir el funcionamiento de las instituciones modernas, con el fin de describir la función vigilante y de control que se puede ejercer con internet (Rheingold, 1996: 351). Se describe aquí una tecnología con propiedades centralizadoras y se muestra cómo con un particular diseño y uso de internet quedan materializadas relaciones de poder.

Winner sostiene que las tecnologías pueden tener diseños más o menos flexibles, teniendo consecuencias de tipo político en las relaciones humanas, por lo que ellas pueden ser centralizadoras o descentralizadoras, igualitarias o no, represivas o emancipadoras. Mumford (1964) alude también a tecnologías democráticas y otras autoritarias. Las primeras son sistema-centradas, inmensamente poderosas pero inestables, se refiere a las tecnologías capitalistas; las segundas humano-centradas, relativamente débiles pero con fuentes renovables y durables, estas son las técnicas y tecnologías de producción a pequeña escala. El autor sostiene que las técnicas democráticas serán suprimidas y suplantadas (Mumford, 1964: 53). Thomas (2000) advierte sobre el determinismo tecnológico presente en esta concepción de corte humanista, se alude a una idea esencialista y autónoma de la tecnología la cual dirige inexorablemente a la sociedad hacia un destino.

La segunda situación descripta por Winner es cuando las propiedades de la tecnología son "inmodificables", son rígidas, dejando un margen nulo para desarrollos alternativos y procesos creativos. Los usuarios de internet cuentan con saberes acumulados muy distintos: mientras la mayoría usa internet dentro de las limitaciones de formatos preestablecidos sólo una minoría logra introducir modificaciones a la tecnología y unos pocos son los que la crean. Estos últimos son los usuarios creadores que aprenden creando tecnología (Castells, 1996a).7 En este sentido habría que precisar a qué se alude con la pretendida flexibilidad de internet dado que suele ser usada con formatos preestablecidos que sólo unos pocos saben modificar.

Como se adelantó, hay quienes buscan soluciones de compromiso ante los determinismos. Los estudios citados ubican aquí a Elliott (Dagnino, 2000a) y a ciertas reflexiones de Heilbroner 8 sobre el papel de la tecnología en la sociedad (Thomas, 2000). Estos autores clásicos explican que la tecnología no debe ser tratada de manera aislada e independiente. Elliott propone estudiar la relación recíproca entre tecnología y sociedad, incluyendo los factores sociales, económicos, la cultura, constituyéndose esta en una solución de compromiso que no aporta a la complejidad del problema (Dagnino, 2002a: 22). En el caso de Heilbroner, Thomas destaca sus aportes para los estudios sociales de la tecnología, sobre todo porque, al destacar el papel crítico del diseño de la tecnología dado que en éste se tiene en cuenta el nivel educacional de la fuerza laboral, introduce el elemento social y el aspecto histórico (Thomas, 2000: 9). Heilbroner propone pensar al progreso técnico no como primer motor sino como factor mediador. El problema que señala Thomas sobre este aporte, presente también en Elliott, es que no abandona la representación analítico-estructural de tecnología y sociedad como dos entidades de existencia independiente. Respecto a esto habría que aclarar que los autores son pensadores de su época y es posible que no contaran con las herramientas epistemológicas para superar estos determinismos. Es posible ensayar teorías "superadoras" de una visión lineal y determinista en la medida en que aparecen en el campo de conocimiento de los autores venideros las nociones de proceso dinámico, sistema complejo y transversalidad.

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1. El presente artículo surge de la tesis de maestría titulada “El uso de internet y sus aplicaciones con fines socio-políticos: Oportunidades y Problemas. Un estudio de caso: Poder Ciudadano” con la dirección del Dr. Jorge Walter y la co-dirección del Dr. Hernán Thomas, CEA – UBA, defendida el 13 de Agosto de 2004. 2

2. Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades Universidad Autónoma Nacional de México (CEIICH - UNAM)

3. Esta utopía que se reedita con internet no es nueva, se puede ver a lo largo de la historia de las ideas políticas ya presentes en los griegos en el siglo V aC, la intención de construir un espacio público como el ágora en el cual todos los ciudadanos discutieran aspectos de gobierno. Tanto en aquel momento como en el actual se presenta como problema la distancia entre un ideal y la real participación.

4. En su obra The sociology of Science: Theoretical and Empirical Investigations. Edited by Norman Store, Chicago: University of Chicago Press, 1973, el autor plantea que el ethos científico se constituye en torno a cuatro principios: universalismo, comunalismo, desinterés y escepticismo, retomados por Daniel Bell en su artículo (Bell, D., 1994: 436).

5. Es importante señalar que este artículo fue escrito 15 años antes, una versión resumida del mismo fue publicado en Saldaña J. J. (ed) (1986), El perfil de la ciencia en América, México, Colección Texto y Contexto, pags. 7-17.

6. Las referencias bibliográficas que cita Renato Dagnino en su artículo de estos autores son: BRAVERMAN, Harry, Trabajo y Monopolio del Capital. Degradación del Trabajo en el siglo XX, Río de Janeiro, Guanabra, 1981; CORIAT, Benjamín, Ciencia, técnica y capital, H. Bume Ediciones, Madrid, 1976 y DICKSON, D., Tecnología alternativa y políticas de cambio tecnológico, Blume Ediciones, 1980.

7. La experiencia de los usuarios de Linux quienes introdujeron ”colectivamente" transformaciones al sistema operativo con el fin de optimizarlo y presentarlo como alternativo a Microsoft, ilustra la participación de los "usuarios-creadores". Estos conforman una minoría que cuenta con las habilidades y conocimientos específicos para participar de este tipo de experiencias.

8. El artículo citado por Hernán Thomas (2000) es Heilbroner, Robert L. (1967), Do Machines Make History?, en Technology and Culture, vol. VIII, Nº 3 (julio)

Vol. 30 (2) 2009
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