ISSN 0798 1015

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Vol. 40 (Nº 16) Año 2019. Pág. 10

La Economía de Manabí (Ecuador) entre las sequías y las inundaciones

The economy of Manabí (Ecuador) between droughts and floods

MENDOZA, Jacinto A. 1; GARCIA, Karina E. 2; SALAZAR, Rosa E. 3 y VIVANCO, Isauro M. 4

Recibido: 01/02/2019 • Aprobado: 15/04/2019 • Publicado 13/05/2019


Contenido

1. Introducción

2. Metodología

3. Resultados

4. Conclusiones

Referencias Bibliográficas


RESUMEN:

Para comprender los problemas que se producen y derivan como efecto del calentamiento global, del cambio climático y del llamado efecto invernadero en la economía del Ecuador, se consideró a la Provincia de Manabí debido a que su larga historia agrícola se ve plagada de sequías e inundaciones. Entre los principales efectos de estos fenómenos esta la acelerada la migración del área rural a la urbana, abandono generacional del sector agrícola y una sobreexplotación y desforestación de los productores agrícolas provocada por el excesivo uso de químicos que compensan artificialmente los estragos producidos por el clima.
Palabras clave: Sequías, Inundaciones, Población, Economía Agropecuaria

ABSTRACT:

To understand the problems that occur and derive as a result of global warming, climate change and the so-called greenhouse effect in the Ecuadorian economy, the Province of Manabí was considered because its long agricultural history is plagued by droughts and floods. Among the main effects of these phenomena is the accelerated migration from rural to urban areas, the generational abandonment of the agricultural sector and the overexploitation and deforestation of agricultural producers caused by the excessive use of chemicals that artificially compensate for the ravages produced by the climate.
Keywords: Droughts, Floods, Population, Agricultural Economics

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1. Introducción

Los manabitas, especialmente los agricultores, dicen que la economía de Manabí es como una yegua, “a veces es mansita y otras veces muy chúcara”.  Esta expresión sirve perfectamente como referencia para explicar un hecho: la situación climática y su relación con la economía agrícola de esta provincia. Quienes trabajan en el campo y lidian la tierra saben que la palabra “mansita” se refiere al buen clima de la provincia y lo de “chúcara” se refiere al mal clima.  Ellos entienden como “mal clima” a los períodos de “inundaciones y también a los de “prolongadas sequías”.

Esta referencia del agricultor manabita es la expresión que mejor refleja la forma como los trabajadores de la tierra en la provincia de Manabí perciben la situación del clima (normal y anormal) en la actividad agrícola.  Esto evidencia cuánto el campesino manabita conoce respecto al clima para la siembre, el cuidado, el cultivo y la cosecha.

No hay actividad económica y proceso productivo sin recursos y sin población. Los recursos naturales, económicos y demográficos son el soporte de cualquier actividad económica.  Por eso, con razón se ha dicho que no hay recursos sin población ni viceversa. Los recursos económicos de Manabí son en primer lugar sus recursos naturales.  Entre éstos destacan el suelo y la tierra que son los que dan soporte a la principal de las actividades económicas que sustenta la economía manabita: la agricultura, concentrada en dos especializaciones, para exportación y para el mercado nacional, regional y local.

Sin embargo la tierra y el suelo, que es el principal recurso natural que tiene la provincia de Manabí están en íntima relación con calidad de ellos, con la situación climática, los recursos hídricos, entre otros, todo esto es lo que puede permitir que los recursos naturales se constituyan en recursos productivos, pero el conjunto de los cantones de la provincia de Manabí, especialmente los del área rural, desde hace aproximadamente medio siglo, son afectados permanentemente por problemas climáticos.  Esta situación hace que la tierra y el suelo que es el principal recurso de la agricultura no se puedan constituir en un recurso productivo en permanente ascenso, lo cual motiva esta interrogante de investigación ¿Cómo los factores climáticos han afectado la economía manabita?

1.1. Población y Recursos

En efecto las constantes alteraciones climáticas que hacen que la provincia sufra permanentes problemas de sequía e inundación son el factor fundamental que incide sobre los recursos de la economía agrícola. Continuas sequías y esporádicos ciclos de inundaciones son los fenómenos que afectan el ascenso y el crecimiento productivo de la actividad agrícola.

La población de Manabí que hace 62 años (cuando se realizó el primer Censo de Población y Vivienda) era mayoritariamente rural ha experimentado importantes cambios en los que no sólo ha tenido que ver un rol determinante la acelerada urbanización sino también los efectos climáticos que han desplazado población del campo a la ciudad.

El último Censo de Población y Vivienda (2010) reveló que la población de la provincia de Manabí es mayoritariamente urbana y secundariamente rural.  En las urbes se concentran 56.39% y en el área rural 43.61%, de un total de 1.369.780 habitantes.  Para una mejor identificación de los distintos cantones, utilizamos los datos que el INEC nos da del último censo (Instituto Nacional de Estadística y Censos [INEC], 2010).

Tabla 1
Población de la provincia de Manabí por cantones 2010

Cantones

Hombres

%

Mujeres

%

Total

Urbano

Rural

24 de mayo

14901

2,2%

13945

2,0%

28846

4799

24047

Bolívar

20814

3,0%

19921

2,9%

40735

17632

23103

Chone

63283

9,2%

63208

9,3%

126491

52810

73681

El Carmen

45517

6,6%

43504

6,4%

89021

46358

42663

Flavio Alfaro

12909

1,9%

12095

1,8%

25004

6197

18807

Jama

11850

1,7%

11403

1,7%

23253

6090

17163

Jaramijó

9511

1,4%

8975

1,3%

18486

17208

1278

Jipijapa

36071

5,2%

35012

5,1%

71083

40232

30851

Junín

9750

1,4%

9192

1,4%

18942

5400

13542

Manta

111403

16,2%

115074

16,9%

226477

217553

8924

Montecristi

35304

5,1%

34990

5,1%

70294

46312

23982

 Olmedo

5083

0,7%

4761

0,7%

9844

2115

7729

Paján

19529

2,8%

17544

2,6%

37073

6977

30096

Pedernales

28420

4,1%

26708

3,9%

55128

21910

33218

Pichincha

15673

2,3%

14571

2,1%

30244

3834

26410

Portoviejo

137969

20,0%

142060

20,9%

280029

206682

73347

Puerto López

10564

1,5%

9887

1,5%

20451

9870

10581

Rocafuerte

16922

2,5%

16547

2,4%

33469

9204

24265

San Vicente

11264

1,6%

10761

1,6%

22025

9819

12206

Santa Ana

24093

3,5%

23292

3,4%

47385

9681

37704

Sucre

28942

4,2%

28217

4,1%

57159

20921

36238

Tosagua

19527

2,8%

18814

2,8%

38341

10751

27590

Total

689299

100%

680481

100%

1369780

772355

597425

Tomado del Instituto Nacional de Estadística y Censos [INEC], 2010.

La situación climática no solo crea el desplazamiento poblacional, sino que se ve también reflejada en el comportamiento de los recursos hídricos, la situación de los ríos gravita en relación a las regularidades e irregularidades a las que el fenómeno de El Niño somete los recursos de la provincia.  Además, la mayoría de los ríos de Manabí no son ríos de cauce permanente, sino sólo son ríos de invierno. Por eso un estudio referido a Manabí realizado por la Corporación de Estudios para el Desarrollo (CORDES), de 1992, señaló “En momentos de aguda crisis derivada de las prolongadas sequías de la década de 1970 la avicultura productora de pollos, de carnes y huevos fue una salvación no sólo de los campesinos manabitas sino inclusive de una buena parte de la población” (Corporación de Estudios para el Desarrollo, 1992, pág. 41). Precisamente, porque es tradicional la situación de sequía en las tierras manabitas, especialmente, en las aptas para el cultivo y por la existencia de los problemas del agua, buscando atenuar los efectos de las sequías se han creado algunas instituciones como el Centro de Rehabilitación de Manabí y Junta de Recursos hídricos de Jipijapa y Paján.

El contexto descrito anteriormente es lo que lleva a sostener que los recursos naturales de Manabí, tierra, suelo, agua, no sean potenciados permanentemente por una regularidad climática que pueda determinar procesos de producción y productividad continuas y ascendentes. En resumidas cuentas, puede decirse que los recursos naturales, económicos y productivos están concentrados fundamentalmente en la agricultura y ganadería, sin embargo, por una situación de constantes procesos de sequías e inundaciones, el desarrollo agrícola de Manabí es sinuoso, es ascendente y descendente. La situación de irregularidad climática de los recursos hídricos es lo que ha hecho que el potencial productivo de las tierras y del suelo no se traduzca en una línea de desarrollo continuo.

Estas características señalan como el factor clima tiene a generar problemáticas en el sector agrícola de Manabí, sin embargo, siempre los agricultores de la provincia manabita vuelven sobre la tierra y recuperan niveles de producción perdidos, luego de sequías e inundaciones. Es decir, una población de 597.425 habitantes asentados en el área rural son los que finalmente sostienen las actividades agropecuarias de la provincia. Por eso bien podríamos decir que el 43.61% de la población, del área rural, que se dedican a las actividades agrícolas y pecuarias es la que se sustentan y crean alimentos para ellos y para 772.355 del área urbana.  Esto lo hace la agricultura y ganadería, no obstante que sufren permanentes problemas de sequías e inundaciones.

1.2. La economía agropecuaria manabita entre la sequía y la inundación

Es posible que el agricultor manabita, con la excepción de los ingenieros agrónomos poseedores de tierras y de aquellos que tienen hijos formados en ciencias agrícolas, o biología, no pueden establecer una relación directa, con pleno conocimiento de causa del cambio climático y los periodos de inundaciones y sequías que a lo largo del tiempo han tenido y tienen los campos en Manabí. Sin embargo, aunque los agricultores no tengan un conocimiento cabal y profundo, respecto al calentamiento global y al cambio climático, ellos saben que la provincia de Manabí fluctúa entre dos tipos de situaciones climatéricas extremas: grandes y prolongados periodos de sequía, que arruinan a muchos agricultores y también esporádicos inviernos fuertes y severos que riegan la tierra seca, pero generan graves efectos en los diferentes cultivos de la provincia.

Quien revise con atención las reseñas periodísticas de las últimas dos décadas encontrará todos los relatos de agricultores, comerciantes y ciudadanos comunes y corrientes que dan cuenta de esta dualidad permanente en la que vive la agricultura manabita: sequía e inundaciones.

El agricultor manabita acostumbra a decir que “si no es la una es la otra”.  Para ellos, que en su gran mayoría se han adaptado a esta dualidad, de sequía e inundaciones, saben que hay que prepararse para unos meses de sequía y otros meses de inundación.

Por ejemplo, el 2010 los agricultores manabitas pasaron por un prolongado periodo de sequía.  Incluso los primeros meses del 2011 la prensa reseñaba cómo el ganado enflaquecía y cómo los cultivos se perdían.  Sin embargo, pocos meses después vino un invierno fuerte que generó severas inundaciones.

Por eso, bien podemos decir que Manabí es un verdadero laboratorio para comprender cómo el calentamiento global y el cambio climático, al incidir sobre la corriente cálida de El Niño, produce alteraciones atmosféricas que se traducen en esa dualidad de sequías-inundaciones. Casi todos los agricultores manabitas, mucho mejor que ningún otro de la región del litoral sabe cuándo la naturaleza y las alteraciones del clima (mucho calor y sequía o mucha lluvia e inundaciones) los hace padecer, con las destrucciones de los diferentes cultivos a los que se dedican y en los que se especializan. Por esto en la provincia de Manabí, especialmente en los pueblos y recintos en la zona rural, hay un juego muy popular entre los juegos montubios.  Ellos practican un deporte que se expresa como el juego de la moneda que tiran al aire para ver si cae en cara o sello. Entre ellos dicen: “¿a qué le apuestas: sequía o inundación”. Algunos dicen “creo que habrá sequía” y a eso le apuestan.  Otros dicen “Ya toca inundación, apuesto a que este año se viene la cruda”.

Esto que parece un juego de apuestas popular, que se ha introducido mucho en las diversas formas de la tradición y en las formas variadas del diario vivir del pueblo, especialmente de los agricultores montubios, dice claramente que ésta es la provincia en la que se da, y de mejor manera se muestran los resultados y los efectos del calentamiento global sobre la economía agrícola.

Manabí es una provincia agropecuaria por excelencia que en las dos últimas décadas incorporó otra economía primaria a sus actividades productivas: la piscicultura (que la unió a la pesca tradicional que ya caracterizaba a Manabí). Los datos del último censo económico nos pueden confundir porque si reflexionamos exclusivamente a partir de las urbes (que concentran el 57% de la población) y si recogemos el dato censal que señala que la provincia de Manabí tiene 17.804 establecimientos comerciales, podemos llegar a sostener, erróneamente, que Manabí es más comercial que agrícola.

2. Metodología

El análisis del efecto o impacto del cambio climático, por el calentamiento global o efecto invernadero y de las problemáticas que se derivan del mismo  en el sector agrícola Manabita del Ecuador, se consideró ser abordado como una investigación de tipo básica puesto que el alcance de la misma pretende explorar y describir  la problemática en el Agro ecuatoriano desde el caso o laboratorio de estudio que corresponde a la provincia de Manabí,  provincia con mayor diversidad de cultivos y de mayor representatividad en cuanto al Valor Agregado Bruto Provincial Agrícola, por lo que para ello se consideró entre otras herramientas de análisis cuanti-cualitativas tales como el análisis  el documental, el relevamiento de datos mediante entrevistas a agricultores de diversos cantones de la Provincia, y  el análisis de datos estadísticos realizados por los organismos oficiales tales como el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, lo que permitió establecer comparaciones intercensales a fin de evidenciar si el problema presenta las mismas características a lo largo del tiempo. 

De los datos de la encuesta se pudo obtener experiencias de vida de los productores y las características propias del sector que se contrastaron con los cambios inherentes al cambio climático. Las variaciones climáticas en tiempo de lluvias o sequias se consideraron en el análisis y para ello se utilizó las bases de datos históricas de precipitaciones ocurridas en el Ecuador y en la Provincia. 

3. Resultados

Posiblemente no existe una provincia del Ecuador con mayores o mejores resultados que muestren y hagan evidente los severos impactos y el efecto que tiene el cambio climático en la economía agrícola.  Esto no está presente sólo como un problema de hoy.  Éste es un problema que ya tiene casi más de medio siglo. Quien revisa artículos de prensa, revistas e informes del Ministerio de Agricultura constatará que ésta es una constante.

Los datos del último censo económico señalan que la provincia de Manabí, aparece como eminentemente comercial puesto que según esta información, Manabí tiene establecimientos dedicados al comercio.  Lo que registra el Censo Económico se observa en la siguiente tabla.

Tabla 2
Manabí: Actividad de comercio al por mayor y menor

Cantones

Al por mayor

Al por menor

Total

Portoviejo

87

4241

4328

Bolívar

7

362

369

Chone

14

1039

1053

El Carmen

50

988

1038

Flavio Alfaro

1

165

166

Jipijapa

10

906

916

Junín

0

112

112

Manta

198

4810

5008

Montecristi

18

923

941

Paján

4

239

243

Pichincha

1

178

179

Rocafuerte

2

331

333

Santa Ana

3

386

389

Sucre

9

571

580

Tosagua

11

334

345

24 de mayo

1

134

135

Pedernales

19

530

549

Olmedo

4

85

89

Puerto López

1

442

443

Jama (cabecera cantonal)

2

99

101

Jaramijó

1

270

271

San Vicente

6

210

216

Resumen

449

17355

17804

Tomado de (Instituto Nacional de Estadística y Censos [INEC], 2010)

Sin embargo, estos datos, que, por cierto, son reales, deben ser confrontados con los sectores y cifras de la dinámica de toda la economía manabita.  Si hacemos esto llegaremos a constatar que las ingentes cantidades y recursos monetarios que mueve el comercio provienen de la agricultura y de la pesca.

  El factor fundamental de la economía de la provincia de Manabí es la tierra por lo tanto su actividad preferencia es la agricultura y la ganadería. Ésta es una situación que históricamente se ha dado. Por eso, un estudio de Manabí realizado por Cordes, en 1992, señalaba que “Manabí es una provincia que desde siempre ha sido calificada como eminentemente agropecuaria, diferentes estudios así lo han confirmado, ya que a lo largo de la historia del país ha llevado el liderazgo en la producción de cultivos cuyos ingresos han tenido enorme repercusión en la economía nacional.  Anotamos como ejemplo trascendental los cultivos de tagua (del 30 y 40), del caucho (del 40 y 50) y en la actualidad del café” (Cevallos Viteri, 2012) (Corporación de Estudios para el Desarrollo, 1992)

Además para ese mismo año, el estudio de la economía provincial, al cual hemos hecho referencia anteriormente señalaba que “La agricultura, la caza y la pesca generan en 1992, 53.216 (millones de sucres) que hacen el 44.9% de su economía y eran el 13.9% del PIB sectorial, en tanto que el comercio generaba 17.265 millones que equivalían al 14.3% de su economía y el 4% del país”.

Quien revise los datos del último censo agropecuario comprenderá que hay más de 70.000 agricultores individuales, asociaciones o cooperativas que ocupan una superficie superior a 1 millón de hectáreas, con un área unitaria promedio de UPA de 17,6 has.  (Las extremas son de 0-2 has., el 30% y 100 o más has. el 1.2%). Más aún es necesario que comprendamos que la provincia de Manabí produce entre el 45% y el 50% de la producción cafetalera ecuatoriana.  También participa de una producción entre el 12% y 17% del cacao.  De igual manera tiene entre el 40% y 50% de la producción de algodón y entre el 10-12% del banano.   En el cultivo y en la producción de maíz, la provincia produce alrededor del 25% del total.

Debemos de analizar que el hecho que la población se asiente en las ciudades grandes, medianas y pequeñas o en los pueblos urbanos de Manabí no debe de llevarnos a derivar como un aspecto que determina mecánicamente que ya no es una provincia de economía eminentemente agrícola. Cualquier visita y recorrido a Manabí, en sus diferentes localidades, lo primero que nos revela es que la población rural, aunque sea minoritaria, es la que hace la economía agrícola, pecuaria y de la pesca y es la que tiene más peso en la economía de la provincia.

Por eso, en esencia la aclaración que hemos realizado busca señalar que no es el comercio la actividad económica fundamental de Manabí ni de su población.  Tampoco son las urbes y las diferentes ciudades de Manabí las que generan las actividades económicas esenciales que sustentan la provincia, sino la economía agropecuaria y la pesca (que incluye la piscicultura). En este sentido sostenemos que la aclaración busca señalar que Manabí es una provincia eminentemente agrícola.  Sin embargo, complementariamente a ésta que se da en la zona rural hay una actividad que ha tenido gran impulso económico en las últimas dos décadas. Es la pesca y la piscicultura. De éstas no nos vamos a ocupar sino de la agricultura.

En estos dos tipos de economía (agricultura y pesca), la situación del clima no solo es uno de los tantos factores de la naturaleza y el medio ambiente, sino que constituye el factor condicionante para la existencia de mayores o menores niveles de producción o productividad. Incluso la situación climática en la realidad de Manabí, en ciertos momentos o periodos es un factor definitivo.  Se constituye en determinante porque las alteraciones climáticas, que pueden traer seguías e inundaciones inciden directamente sobre el comportamiento de la agricultura y sobre la presencia de grandes cardúmenes en el mar.

En el caso de la agricultura las situaciones de sequías o de inundación por los efectos negativos del calentamiento global y del cambio climático son fundamentales.  Esto produce que debamos entender al clima como un aspecto de gran importancia y trascendencia. Por ejemplo, en el fenómeno de El Niño de 1982-1983 las precipitaciones normales promedio para Portoviejo eran de aproximadamente 390.00 mm.  Pero el crudo invierno, como efecto de la alteración climática del fenómeno El Niño puso en Manabí 1.054.00 mm.  Es decir, las precipitaciones pluviométricas aumentaron en 270%.

Un informe del Programa de Regionalización del MAG, PRONAREG hizo evidente que las investigaciones mostraron un aumento de lluvias en Portoviejo de 550%.  Esto representaba 6 veces más que el promedio obtenido en 42 años.  Los diferentes estudios que se efectuaron sobre el impacto de El Niño que señalaron que Manabí estaba entre las cinco provincias que sufrieron el mayor impacto de este fenómeno.

En la situación y daños que dejó el severo efecto del fenómeno de El Niño, por alteraciones climáticas en 1997-1998 señalaron que la provincia de Manabí, con 459.900 hectáreas sembradas, perdió 237.082 hectáreas cultivadas.  Es decir, sufrió una grave pérdida del 42.7%.  Los informes dicen que fue la provincia que mayor afectación soportó.

En términos monetarios la provincia de Manabí sufrió pérdidas de superficie cultivadas que llegaron a 1.028 millones de sucres. Cifra voluminosa que representaba cerca del 30% del total de pérdidas que afectó al conjunto del Ecuador. Las pérdidas de la provincia como efecto de las alteraciones de ese crudo invierno fueron de 233.550 hectáreas que se desglosan de la siguiente manera: 207.000 de café (88,63%),  pastos  1.000 (0.43%), arroz 3.000 (1.3%), cacao 5.000 (2.1%), banano 3.000 (1.3%), maíz duro 7.450 (3.2%), plátano 3.600 (1.5%), yuca 2.000 (0.9%), naranja 1.500 (O.64%).

Pero si bien la situación del sector agrícola de Manabí nos deja ver sus graves efectos y cuantiosas pérdidas por el efecto del calentamiento global, no menos graves son los que se dan en el sector de la pesca, en este sector los efectos negativos fueron numerosos.  Se dan en la ausencia de peces y cardúmenes, por el calentamiento del mar.  También los hay por la fuga de especies de estas aguas.

En tiempos de excesivas temperaturas, por el calentamiento global, las especies más importantes, de mayor demanda y de mejores precios disminuyen, otros emigran.  Todo esto afecta a la gran mayoría de personas, cooperativas, empresas y familias que se dedican a la pesca.  Y cuando esta irregularidad se prolonga por mucho tiempo, como se dio en 1997-98, esto generalmente conduce al incremento de las pérdidas y a la quiebra de quienes impulsan este sector.

En la Provincia de Manabí la principal actividad económica es la agricultura, debido a que es líder por poseer mayor superficie de labor agrícola con 1,2 millones de hectáreas, las cuales representan el 15.83 % a nivel nacional, es así como esta actividad es considerada el pilar fundamental para el desarrollo de la economía manabita. El Sector agrícola se encuentra especializado en diversos productos, entre ellos los que más se destacan es el maíz dulce seco, plátano, café, cacao, caña de azúcar, maracuyá, entre otros. El extenso sector de plantaciones de varios productos agrícolas se ve perjudicado anualmente por las sequias, lluvias o inundaciones.

En Manabí la temporada de lluvias tiene una duración aproximada de 6.6 meses, del mes de diciembre hasta junio. El periodo del año donde no se suscitan lluvias duras generalmente 5.5 meses, las cuales se ubican desde junio hasta diciembre.

Figura 1
Producción agrícola ™ y Valores Monetarios de la Producción (2010-2016)

Tomado de INEC; Ministerio de Agricultura y Ganadería

La Provincia de Manabí en el 2011 obtuvo una producción por parte del sector agrícola de 528.838 Toneladas, la cual representó $610.148 millones, el producto del cual se obtuvo mayor producción fue el Plátano. El sector agrícola en comparación con el año anterior aumentó en un 15% su producción, lo cual demuestra que se desarrolló una recuperación en el sector productivo y que no existió algún tipo de shock natural interno que perjudicara significativamente a las plantaciones.

La recuperación del sector agrícola se vio interrumpida el año siguiente, debido a que en el 2012 la producción disminuyo un 5%, pues se obtuvo 503.344 toneladas que representaron $ 583.057 millones. Esta desaceleración fue ocasionada por inundaciones en las plantaciones, en especial las de plátano, estas se desarrollaron desde el mes de enero hasta el mes de junio, las cuales representaron el 94.59% de las precipitaciones. Las inundaciones en ese año se produjeron por las fuertes lluvias, el deslave del canal de San Antonio y por el desborde de ríos que afecto a ciudades como Roca Fuerte, Manta y Chone. A nivel nacional en este año la provincia de Manabí fue la más perjudicada, lo cual también se pudo denotar en la diminución de 1% en la tasa de empleo y en la de participación al Valor Agregado Bruto en el PIB.

En el 2013, el sector agrícola se recuperó en un 19% por el aumento de la producción del Maíz Maduro Seco, el cual en años anteriores se mantenía por debajo de la producción del Plátano. De tal forma se obtuvo 599.147 toneladas, las cuales representaron $ 686.291 millones. El Maíz Maduro Seco al ser un producto de transición, solo pudo mejorar la situación momentáneamente, debido a que las plantaciones de Plátano estaban pasando una difícil situación, como las inundaciones. En el ámbito de la tasa de empleo esta se mantuvo en comparación con el año anterior de 95.6% y la participación disminuyó en 1% al Valor Agregado Bruto en el PIB.

La producción del Plátano se recuperó en el 2014, es así como llego a ser nuevamente el producto de la provincia que aporta mayoritariamente al total de la producción de Manabí. El Sector Agrícola obtuvo 863.719 toneladas, aquellas que en términos monetarios representaron $ 703.705 millones. Los ríos crecieron mucho, pero no ocasionaron afectaciones. Además, es necesario establecer que la participación de la provincia en el VAB no se recuperó inmediatamente, se mantuvo en 5.4% y la tasa de empleo aumentó en 1%.

El Sector agrícola de acuerdo al periodo estudiado obtuvo en el 2015 la mayor producción, esta fue de 107.4313 Toneladas, aquellas que para la provincia representó un ingreso de $ 798.325 millones, mientras que la producción en comparación con el año anterior aumentó en un 24% y su principal producto fue el Maíz Maduro seco. En este año las inundaciones en Chone y las sequias en Jipijapa fueron controladas por políticas agrícolas plantadas en años anteriores, así estas no perjudicaron a la producción total.

En el 2016, la provincia se vio afectada en su totalidad por un terremoto, el sector agrícola no fue la excepción, este se vio perjudicado disminuyó en 13% su producción con respecto al año anterior. Las toneladas de producción fueron de 931.703 y de estas se obtuvo un ingreso de $ 662.421 millones. A demás del terremoto existieron lluvias muy fuertes que se registraron en Portoviejo y en Chone, donde aumentó el caudal de los ríos San Lorenzo, Mosquito, Garrapata, Chone, Santa Ana y Pichincha. Las principales precipitaciones de establecieron desde enero hasta abril, estas representaron el 83.61% en el año estudiado.

4. Conclusiones

En este trabajo afirmamos que la base de la economía manabita es la agricultura.  Quien recorra sus campos sabrá que ésta es una verdad.  Sin embargo, quien revise las estadísticas demográficas puede llegar a otra conclusión pues la población es mayoritariamente urbana. También llegará a la misma conclusión quien revise los datos y resultados del último censo económico.  En estos resultados se dice que las actividades económicas preponderantes y mayoritarias son las actividades terciarias. 

Puede decirse en términos generales que hay tres factores que inciden en la dinámica y en el comportamiento de la población urbana y rural de la provincia de Manabí.

1. La urbanización acelerada, marcada por procesos de desarrollo económico a lo largo del tiempo. Esto determina que la población se concentre mayoritariamente en las ciudades que ofrecen mejor condición de salud, educación, trabajo, etc.

2. Los constantes efectos del cambio climático que al incidir sobre las áreas urbanas y rurales (especialmente sobre éstas últimas) hacen que la población salga de esas áreas, de esos cantones y provincias hacia otras ciudades.

3. El factor atracción que juegan las ciudades (especialmente Guayaquil y Quito) de mayor desarrollo en el campo científico, tecnológico, cultural y educativo que hacen que sean verdaderos imanes que atraigan a la población manabita.

En el marco de estos tres factores tenemos que señalar que hay también un proceso migratorio de flujos poblacionales de Manabí hacia Guayaquil y Quito.  En una y otra ciudad encontraremos una numerosa colonia de inmigrantes manabitas que salieron de Manabí hacia esas dos ciudades.  El origen de su migración no está exclusivamente en las razones de estudio en colegios y universidades, de esas ciudades.

En la mayoría de los casos, estos procesos y flujos migratorios están directamente relacionados con las situaciones que los manabitas tuvieron en el campo, especialmente en la agricultura.  Centenares y miles de manabitas migran cada año porque en los campos de la provincia se dan situaciones de prolongadas sequías y esporádicas inundaciones.

Los efectos del cambio climático y las alteraciones atmosféricas que se derivan del calentamiento global y del efecto invernadero, en ningún lugar como en Manabí se mostraron más severos como los señalamos en las cifras de los dos últimos fenómenos de El Niño, que anotamos anteriormente.

Por esto pensamos que ésta es la “provincia laboratorio” para analizar y mostrar con mayores y mejores evidencias los efectos negativos de esta situación sobre la economía agrícola de la provincia.

Referencias Bibliográficas

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1. Decano (e) de la Facultad de Ciencias Económicas de Universidad de Guayaquil-Ecuador. Magíster en Negocios Internacionales. Jacinto.mendozar@ug.edu.ec

2. Investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas y Políticas (IIEP).  Docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Guayaquil-Ecuador, Doctorando en Administración de Empresas de la Universidad Pontificia Católica de Buenos Aires, karina.garciar@ug.edu.ec

3. Docente Principal Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Guayaquil-Ecuador.  Magíster en Finanzas y Proyectos Corporativos. rosae_salazar@yahoo.com

4. Docente Principal de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Guayaquil-Ecuador. Magíster en administración de empresas. vivancoi@hotmail.com


Revista ESPACIOS. ISSN 0798 1015
Vol. 40 (Nº 16) Año 2019

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