Vol. 40 (Nº 12) Año 2019. Pág. 6
PACHECO MENDOZA, Silvia R. 1; ZÚÑIGA SANTILLÁN, Xiomara L. 2; OCHOA GONZÁLEZ, Carlos R. 3; MAYORGA ALBÁN, Amalín L. 4 y COKA ECHEVERRÍA, Juana E. 5
Recibido: 30/11/2018 • Aprobado: 25/03/2019 • Publicado 15/04/2019
RESUMEN: Las universidades ecuatorianas tienen su mayor énfasis en el conocimiento y la investigación, transformándose en centros de investigación y oferta de servicios a la comunidad. El objetivo de estudio consiste en analizar la producción científica universitaria de las Zonas 3, 5 y 8 del Ecuador. El enfoque investigativo es cuali-cuantitativo, de tipo documental. Se concluye que las universidades se fortalecen cada vez más en producción científica que se traducen en nuevas alternativas de servicios a la comunidad. |
ABSTRACT: Ecuadorian universities have their greatest emphasis on knowledge and research, transforming themselves into research centers and offering services to the community. The objective of the study is to analyze the university scientific production of Zones 3, 5 and 8 of Ecuador. The investigative approach is qualitative-quantitative, documentary type. It is concluded that universities are increasingly strengthened in scientific production, which translates into new alternatives for community services. |
La educación del siglo XXI exige cumplir con el parámetro del conocimiento, porque provoca un cambio de tipo social, esta educación lleva a cumplir con la función de transmitir, difundir, compartir conocimientos, a fin de transformar esas funciones en el saber hacer, a través de producciones científicas.
El estudio busca responder a la sociedad mediante la producción científica que brindan las universidades. Ante esta problemática, el objetivo del estudio consistió en analizar la producción científica universitaria de las Zonas 3, 5 y 8 del Ecuador, bajo esta perspectiva se indagó información relevante de la Universidad de Guayaquil, Universidad Estatal de Milagro, Universidad Estatal de Bolívar y Universidad Nacional del Chimborazo.
Lo antes expuesto lleva a reflexionar acerca del compromiso que tienen las universidades a fin de definir su rol, su objetivo y, su quehacer en relación a la sociedad. En palabras de (Rodríguez-Ponce, 2009), la universidad tiene como rol la formación del capital humano del pregrado y posgrado, la creación de conocimiento avanzado y la vinculación con el medio. Con este antecedente es menester analizar la postura de los centros de educación superior ante los requerimientos de la sociedad.
La producción científica, considerada como la parte materializada del conocimiento generado, es más que un conjunto de documentos almacenados en una institución de formación; contempla todas las actividades académicas y científicas de un investigador (Piedra Salomón & Martínez Rodriguez, 2007). Cabe destacar que las universidades dan paso a la investigación y aportes científicos ante las dificultades de la sociedad; además, que permiten la generación de alternativas para mejorar la forma de vida de los individuos.
Siguiendo el orden de ideas, la producción de nuevos conocimientos es el principal aporte de la universidad al desarrollo científico de una nación. Para los autores Dorta-Contreras, Luna-González, Jiménez-Morales, y Macías-Delgado (2010), existen organizaciones independientes que evalúan y relacionan la actividad científica universitaria, una de ellas es el Ranking Iberoamericano de las Instituciones de Educación Superior, el cual realiza esa evaluación a través de indicadores de calidad.
Por lo tanto, las universidades cada día ponen mayor énfasis en la producción científica, tal es así que prácticamente se ha generado una competencia que busca obtener el título de “la universidad que más publica”. Es importante la reflexión y no perder el rumbo que realmente debe caracterizar a la producción científica.
En efecto, Purizaca-Rosillo, Cardoza-Jiménez, y Herrera-Añazco, (2016) en concordancia con Miyahira (2017), manifiestan que las instituciones de educación superior tienen entre sus principales objetivos la investigación científica como medio para generar y difundir conocimientos útiles para el desarrollo de las naciones.
Actualmente la producción científica es una medida en base al número de publicaciones en revistas científicas, lo cual ofrece una idea general del tamaño de una institución. En las publicaciones con varios autores, se asigna un punto a cada una de las instituciones participantes (Dorta-Contreras et al., 2010).
Bajo esta perspectiva, la producción científica se constituye en la creación original de conocimientos pertenecientes a una disciplina determinada, que empleando técnicas, métodos y lenguajes específicos se expone al juicio valorativo de la comunidad científica mediante la publicación de artículos en revistas indexadas, libros, tesis y exposiciones en eventos científicos (Palacio & Martín, 2016).
Entre las formas de producción científica se encuentran los trabajos de investigación, los mismos que deben cumplir con todo un esquema que busca darles ordenamiento y lógica a los procesos investigativos que se implementan.
El Trabajo de Investigación es un tipo de trabajo académico, el cual tiene un propósito claramente definido, responde a una pregunta de investigación, se apoya en conocimiento existente, aplica el método científico, aporta evidencia verificable, proporciona explicaciones objetivas y racionales, contextualiza sus hallazgos y mantiene un espíritu autocrítico. Es de carácter público y como tal, está sujeto a debate. Tiene un asesor y puede ser individual o grupal hasta cinco personas (Mayta-Tristán, 2016).
No obstante, los procesos de titulación, por los cuales deben pasar todos los estudiantes, se constituyen en otra forma de generar producción científica; el estudiante tiene el acompañamiento de un docente en calidad de tutor. La importancia de estos trabajos radica en que permiten medir el grado de preparación; es decir, será la mejor forma de demostrar cuáles han sido los conocimientos y competencias que se han generado durante todo el proceso de preparación profesional.
Por otro lado, la tesis es un trabajo de investigación que pasa por sustentación pública y la aprobación de un jurado. Puede ser presentado hasta por dos tesistas para la obtención del título Profesional y Segunda Especialidad, y solo por uno para los grados de Magíster y Doctor (Mayta-Tristán, 2016).
El trabajo más complejo, en cuanto a producción científica, es el relacionado con las investigaciones institucionales y los resultados que se desprenden de ellas, los mismos que deben ser difundidos, sólo así se compartirá el conocimiento; se puede decir que la publicación científica es la difusión del conocimiento que se ha generado con las investigaciones, en este caso las de tipo institucional, lideradas por docentes universitarios.
Por otro lado, (Rutherford, 2003) argumenta que se debe incentivar a la comunidad científica para que haga más por incrementar y mejorar las oportunidades disponibles para que las personas participen en el mundo de la ciencia. Para el autor, esto requiere al menos dos medidas: i) aumentar el número de científicos deseosos y capaces de comunicar la ciencia efectivamente a los no científicos a través de los medios informativos e Internet; y ii) aumentar las oportunidades e incentivos para que las personas, en todos los ámbitos de la vida, puedan encontrar a la ciencia en entornos humanísticos ricos. En este sentido la producción científica se ha vuelto una preocupación para las universidades.
En palabras de Duarte (2013), la producción científica a nivel del desarrollo y divulgación de conocimientos científicos y su dinámica, es pretender dar luces respecto de cómo se desarrolla concretamente la comunicación científica, teniendo como medio la verdad, así como también a los elementos simbólicos relativos a la estima social, y a la difusión del conocimiento asociadas a la posibilidad de comunicar científicamente. Estos aspectos se deben considerar al momento de establecer la relación entre la universidad y la comunidad.
En este sentido el prestigio de las publicaciones depende de la complejidad y su impacto. Se busca en ellas qué se investiga y, además, qué se debe de investigar. Esta actividad de divulgar artículos científicos conlleva al trabajo colaborativo y cooperativo entre los docentes, en muchas ocasiones entre los estudiantes y otros.
Otra forma de generar conocimiento y de compartirlo, según Predif (2008), son los congresos y las ferias académicas, auténticos puntos de encuentro en que los asistentes comparten investigaciones, productos y conocimientos, impulsando de esta forma el desarrollo de la sociedad en sus distintas áreas. Por lo tanto, estos eventos generan la oportunidad de fortalecer las experiencias y de enriquecer el conocimiento a través del análisis de problemas científicos que son tratados por especialistas. Además, la transmisión del conocimiento sobre diversas temáticas es lo que permite el crecimiento de los investigadores.
En consecuencia, los grupos o equipos formados por expertos sobre temáticas específicas que se constituyen en problemas dignos de grandes investigaciones, suelen ser tratados en simposios, conferencias o reuniones, es así como los problemas de interés común encuentran diversidad de puntos de vista y formas de ser abordados para sus posibles soluciones.
Por otra parte, los foros constituyen el entorno ideal para la participación en las actividades de aprendizaje colaborativo en las que cada uno expone sus ideas, opina, critica y escucha las aportaciones de los demás. Esta técnica o estrategia permite que los investigadores se apropien o empoderen de su rol.
La universidad del siglo XXI ha tenido que pasar por toda una reforma, la misma que ha consistido en reflexionar sobre el objetivo del conocimiento, a quién va dirigido y por qué debe ser transformado día a día. Es así como la universidad, específicamente quienes la integran, deben hacer de su pensamiento un proceso más complejo que dé cabida al trabajo cooperativo, participativo y competitivo, como forma de dar paso a la transmisión del conocimiento; una base más profunda sobre el quehacer de la universidad la expone Morin (2001):
La reforma de la Universidad tiene un objetivo vital: la reforma del pensamiento que permita el total empleo de la inteligencia. Se trata de una reforma no programática, sino paradigmática que concierne a nuestra aptitud para organizar el conocimiento. La reforma necesaria del pensamiento es aquella que genere un pensamiento del contexto y de lo complejo. El pensamiento del contexto: Se trata de buscar siempre la relación de inseparabilidad y de interretro-acción entre todo fenómeno y su contexto y de todo contexto con el contexto planetario. El pensamiento de lo complejo: es necesario un pensamiento que capte las relaciones, interacciones e implicaciones mutuas, los fenómenos multidimensionales, las realidades que son a la vez solidarias y conflictivas, (como la democracia misma que es el sistema que se nutre de antagonismos regulándolos al mismo tiempo), que respete la diversidad reconociendo al mismo tiempo la unidad, un pensamiento organizador que conciba la relación recíproca de todas las partes. (p. 5)
Las universidades y centros de investigación desempeñan diferentes roles para la sociedad: generan nuevo conocimiento, comunican sus resultados a otros investigadores y contribuyen al desarrollo tecnológico; estas acciones las desarrollan en mayor o menor medida al servicio de una sociedad, que financia dichas actividades. Los organismos gestores de la política científica dotan de recursos económicos a los agentes implicados en la investigación para que éstos puedan realizar su actividad, y por lo tanto, los receptores de estos fondos deben responder a las necesidades expuestas con unos resultados y unos objetivos que satisfagan lo requerido (Iribarren Maestro, 2006)
Una de las tareas primordiales que debe asumir la universidad, es la relación con la generación de nuevo conocimiento, el que debe estar al servicio de la sociedad de la que forma parte, debido a que son estas entidades las que deben asumir la responsabilidad de generar e irradiar la vida intelectual de su comunidad académica (Ganga Contreras, Paredes Buzeta, & Pedraja-Rejas, 2015).
Las universidades, especialmente las estatales, tienen una gran responsabilidad social, lo que las lleva incluso a trabajar asociadamente, esto se puede evidenciar en las universidades regionales, todo con el objetivo de ganar un posicionamiento más fuerte o destacado en el ámbito investigativo.
En lo que respecta al enfoque investigativo es cuali-cuantitativa, su alcance y diseño es de tipo descriptivo y documental, se trabajó con una población de 30 universidades públicas, se seleccionó una muestra estratificada de universidades de las Zonas 3, 5 y 8 del Ecuador.
La muestra fue tomada de forma probabilística por las características en común que poseen cada una de las universidades; se consideró 4 instituciones públicas, como son la Universidad de Guayaquil (Zona 8), Universidad Estatal de Milagro y Universidad Estatal de Bolívar (Zona 5), Universidad Nacional del Chimborazo (Zona 3), y su producción científica durante los años 2015, 2016 y 2017.
El análisis documental de los informes de gestión de cada una de las universidades que forman parte de la unidad de análisis, y su respectiva producción investigativa dieron la pauta para las fases de la exploración y descripción, así como la información detallada en la Declaración de Buenos Aires. Reunión Regional de ministros de Educación América latina y el Caribe (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, 2017), informe de medición de publicaciones realizado por Pineda & Ruth (2016) y del Ranking Iberoamericano de Instituciones de Educación Superior 2017.
Uno de los análisis corresponde al que realizó el Ranking Iberoamericano de Instituciones de Educación Superior 2017, el cual se enmarca en un análisis comparativo de publicaciones entre los países de Iberoamérica y Latinoamérica.
Desde 2009 hasta 2017 se han sumado 230 instituciones de educación superior a esta clasificación, contando en esta edición con un total de 1.607 organizaciones que publican en revistas científicas indexadas en la base de datos Scopus.
Scopus es una base referencial multidisciplinar, producida por Elsevier. Recoge revistas de cobertura internacional desde 1966, incluye también patentes y sitios web integrados. Contiene dos métricas de factor de impacto de la investigación: SJR (Scimago Journal Rank) y SNIP (Source-Normalized Impact Paper) de la Universidad de Leyden. Se puede acceder al texto completo de los artículos de las revistas suscritas por la Biblioteca.
3.1. Ranking Iberoamericano de Instituciones de Educación Superior 2017
Continuando con el análisis en los últimos 2 años se nota una leve disminución de 23 instituciones, comparado con las 1.630 instituciones iberoamericanas registradas en la clasificación mundial en 2015. En su conjunto, Iberoamérica representa el 21,7% de las instituciones clasificadas en el SIR World, 2,2% más que las que representa Latinoamérica. (Figura I)
Figura 1
Evolución del número de instituciones por año.
Fuente: De-Moya Aregón, F., Herrán Páez , E., Bustos González, A., Corera Alvárez, E.,
& Tibaná Herrera , G. (2017). Ranking Iberoamérico de Instituciones de Educación Superior SIR IBER 2017
http://doi.org/10.3145/sir-iber-2017.
Figura 2
Evolución de la participación de las instituciones de educación
superior Iberoamericanas y Latinoamericanas en el SIR World.
Fuente: De-Moya Aregón, F., Herrán Páez , E., Bustos González, A., Corera Alvárez, E.,
& Tibaná Herrera , G. (2017). Ranking Iberoamérico de Instituciones de Educación Superior SIR IBER 2017.
http://doi.org/10.3145/sir-iber-2017.
3.2. Producciones científicas de universidades Zonas 3, 5 y 8 del Ecuador
Del análisis comparativo y descriptivo de la producción científica entre: Universidad Estatal de Milagro, Universidad de Guayaquil, Universidad Nacional del Chimborazo y Universidad Estatal de Bolívar, ubicadas en las Zonas 3, 5 y 8 del Ecuador. se exponen los resultados:
En lo que respecta a las publicaciones científicas, se puede apreciar: en el 2015 quien más publicaciones científicas generaba era la Universidad Nacional de Chimborazo, con 84 anuales, seguida de la Universidad de Guayaquil con 28 publicaciones; en tercer lugar, la Universidad Estatal de Bolívar con 10 y en último lugar la Universidad Estatal de Milagro con 7 publicaciones. Para el año 2016: se mantuvo en primer lugar la Universidad Nacional de Chimborazo con 106, en segundo lugar, la Universidad de Guayaquil con 31 y subió a tercer lugar la Universidad Estatal de Milagro con 27, quedando en último lugar la Universidad Estatal de Bolívar con 9 publicaciones. Para el año 2017, se mantenía liderando en publicaciones científicas la Universidad Nacional de Chimborazo con 190, se mantuvo en segundo lugar la Universidad de Guayaquil con 56 publicaciones, y en tercer lugar se mantiene la Universidad Estatal de Milagro con 29, quedando con 20 publicaciones la Universidad Estatal de Bolívar. (Figura III).
Figura 3
Publicaciones científicas de universidades
Fuente: Informes de Gestión de las universidades
UNEMI, UNACH, UEB y UG, años 2015, 2016 y 2017
En lo que respecta a las publicaciones en revistas regionales, podemos darnos cuenta que en el 2015, quien más publicaciones en revistas regionales generó fue la Universidad de Guayaquil con 104 publicaciones anuales; seguida de la Universidad Nacional de Chimborazo con 61 publicaciones; en tercer lugar, la Universidad Estatal de Milagro con 46 y en último lugar la Universidad Estatal de Bolívar con 18 publicaciones. Para el año 2016, se aprecian variaciones, se mantuvo en primer lugar la Universidad de Guayaquil con 526 publicaciones, en segundo lugar, la Universidad Estatal de Bolívar con 50 y subió a tercer lugar la Universidad Estatal de Milagro con 49 quedando en último lugar la Universidad Nacional de Chimborazo, con 41 publicaciones. Para el año 2017, se mantenía liderando en publicaciones científicas la Universidad de Guayaquil con 1071, en segundo lugar, la Universidad Estatal de Milagro, con 77, seguida de la Universidad Estatal de Bolívar con 51 y por último la Universidad Nacional de Chimborazo con 38 publicaciones en revistas regionales. (Figura IV)
Figura 4
Producciones en revistas regionales
Fuente: Informes de Gestión de las universidades
UNEMI, UNACH, UEB y UG, años 2015, 2016 y 2017
Al analizar las ponencias, tanto nacionales como internacionales, la Universidad Nacional de Chimborazo, cuenta con 169, seguida de la Universidad Estatal de Bolívar con 53, en tercer lugar, la Universidad de Guayaquil con 17 y la Universidad Estatal de Milagro con 15 dentro del año 2015. Para el año 2016 la Universidad Estatal de Bolívar está dentro de las primeras cuatro universidades con 87 ponencias, seguida de la Universidad Nacional de Chimborazo con 56, Universidad de Guayaquil con 28 ponencias, quedando en último lugar la Universidad Estatal de Milagro con 17 ponencias. Para el año 2017, la Universidad Nacional de Chimborazo registra 193 ponencias, seguida de la Universidad Estatal de Bolívar con 140 ponencias. (Figura V)
Figura 5
Ponencias nacionales e internacionales.
Fuente: Informes de Gestión de las universidades
UNEMI, UNACH, UEB y UG, años 2015, 2016 y 2017
Los proyectos de investigación en ejecución, presentan los siguientes resultados para el año 2015 la Universidad Nacional de Chimborazo, fue quien mayor cantidad de proyectos en ejecución dejó, con 191, seguida de la Universidad Estatal de Bolívar con 26. Para el año 2016, la Universidad Nacional de Chimborazo sigue dejando proyectos investigación en ejecución con 84, seguido a su vez de la Universidad Estatal de Bolívar con 70 proyectos que no se lograron ejecutar. Para el año 2017, la Universidad Nacional de Chimborazo dejó 225 proyectos sin ejecutare, seguido de la Universidad Estatal de Bolívar con 84 proyectos cuya ejecución quedó inconsistente y sin finalización. (Figura VI)
Figura 6
Proyectos de investigación
Fuente: Informes de Gestión de las universidades
UNEMI, UNACH, UEB y UG, años 2015, 2016 y 2017
La producción científica de las universidades se reduce a efectuar investigaciones institucionales, ponencias, escritura y publicación de artículos y la participación en congresos o simposios; por lo tanto, se podría inferir que las IES (Instituciones de Educación Superior) deben generar producción científica que alimente a los programas y proyectos que se generan en los Departamentos de Extensión Universitaria.
Las publicaciones científicas de las universidades han tenido un crecimiento importante en el año 2017, lo que es positivo y denota el interés de la academia, y en el caso de los docentes en el compartir conocimientos, pero es importante recalcar que esta producción científica, traducida a publicaciones, en cuanto a resultados, ha permitido contribuir a la solución de problemas de la sociedad, lo que queda avalado por los proyectos de vinculación ejecutados por extensión universitaria y destinados a mejorar la calidad de vida de la población; por ende, es importante que se difundan los resultados de investigación-vinculación, a fin de establecer el impacto social de dicha producción científica.
En cuanto a proyectos de investigación, una de la mayor limitante que estos poseen está en el quehacer investigativo, lo que impide a los docentes tener una participación más activa y continua en los mismos, a fin de generar conocimientos de forma participativa, a fin de responder ante la sociedad que es quien financia las investigaciones; y, por lo tanto, exige resultados que se conviertan en verdaderos satisfactores de sus necesidades.
El conocimiento debe ser compartido, y es aquí donde las publicaciones científicas y todo tipo de eventos de difusión de conocimiento científico cumplen con sus objetivos; por lo tanto, las universidades deben establecer políticas, modelos, protocolos, metas de investigación, entre otros, a fin de que éstos puedan difundir dichos conocimientos a quienes los requieran.
Dorta-Contreras, A. J., Luna-González, D., Jiménez-Morales, R. M., & Macías-Delgado, Y. (2010). Producción científica en la Universidad de Ciencias Médicas de Sancti Spiritus. Gaceta Médica Espirituana, 12(3).
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1. PhD. Silvia Rosa Pacheco Mendoza, Docente titular Universidad Estatal de Milagro. Magister en Educación Superior. Directora de Proyecto de Investigación, financiado por UNEMI. spachecom@unemi.edu.ec
2. PhD. Xiomara Leticia Zúñiga Santillán. Docente titular Universidad Estatal de Milagro. Investigadora Asociada de Proyecto de Investigación, financiado por UNEMI. xzunigas@unemi.edu.ec
3. MSC. Carlos Roberto Ochoa González. Docente titular Universidad Estatal de Milagro. Investigador Asociado de Proyecto de Investigación, financiado por UNEMI. cochoag@unemi.edu.ec
4. MSC. Amalín Mayorga Albán. Docente titular Universidad de Guayaquil. Investigadora Asociada de Proyecto de Investigación, financiado por UNEMI. amalin.mayorgaa@ug.edu.ec
5. PhD Juana Eulalia Coka Echeverría. Docente titular Universidad Estatal de Milagro. Investigadora Asociada de Proyecto de Investigación, financiado por UNEMI. jcokae@unemi.edu.ec