Concetta Esposito de D.y Dánae Rondón C.
La transferencia de conocimientos entre las universidades y las empresas se establece a partir de diferentes canales. Entre aquellos que principalmente contribuyen a la innovación tecnológica y al desarrollo regional cabe destacar la explotación de los conocimientos y de la propiedad intelectual generada en las universidades, la creación de empresas (“spin-offs”), y las relaciones de cooperación de contenido tecnológico entre las universidades y las empresas. (Martín, 2005)
Si una transferencia de tecnología debe ser aceptada, demandada y explotada eficientemente por una organización se puede decir que deben cumplirse las siguientes condiciones (Tofller, 1985):
El desempeño del caso analizado fue documentado a partir de la observación directa y la aplicación de entrevistas a los informantes clave del Instituto de la Uva (Iuva), del Decanato de Agronomía de la Universidad Lisandro Alvarado en el estado Lara.
En una primera instancia, se realizaron aproximaciones que permitieron describir dicho desempeño en términos de indicadores cualitativos, con el propósito de examinar la importancia y características de los diferentes modos de interacción entre la universidad, a través del Iuva y las empresas en el entorno inmediato.
Este enfoque utilizado con frecuencia en análisis comparativos, en el tiempo y entre regiones, trata de tener en consideración las especificidades institucionales propias del espacio de estudio; mostrando la importancia de combinar distintos tipos de indicadores para valorar las relaciones universidad-empresa. (Callejón, 2003).
De los datos provenientes del análisis, se pudo determinar entre otras cosas, los distintos modos de relación entre las empresas del entorno (vinculadas a la agroindustria vinícola), las instituciones de enseñanza superior y la universidad Lisandro Alvarado por mediación de una iniciativa de investigación y desarrollo (I+D) como el Iuva.
Se determinó que prevalece el vínculo generado por la capacidad de provisión de “know-how” de dicho Instituto (en cuanto al manejo agronómico del rubro en cuestión, a los controles de procesos según requerimientos de la agroindustria, y al fortalecimiento de capital humano). No se pudo establecer, sin embargo, el nivel de interés para las empresas y la capacidad de absorción –receptividad, de las mismas, sobre todo en el ámbito de la tercera etapa del instituto.
El análisis realizado hasta ahora, permite avanzar en un conocimiento más exhaustivo del tipo de relaciones que enfrenta este tipo de organización, al margen de la falta de información, las limitaciones significativas como la dificultad de establecer relaciones de causalidad que permitan avanzar en el conocimiento de los determinantes de las interacciones universidad-empresa y en sus consecuencias sobre la innovación tecnológica y el crecimiento económico.
A partir de este enfoque, se ofrece a continuación un panorama, en el caso del Iuva, de los distintos modos de relación universidad-empresa, en función de la información disponible y en el marco de los tres períodos definidos en su trayectoria.
La descripción de este caso se toma de Esposito de D. (1995), quién refiere que este instituto creado desde septiembre de 1974, se halla activo hasta los actuales momentos, pero con un desempeño marcado por fluctuaciones, razón por la cual se analizará su experiencia en dos etapas: a) la de Implantación y Crecimiento durante el período 1974-1984 y; b) la de Consolidación y Proyección que abarca los años 1985-1995. Para los fines del presente estudio se añadirá una tercera que recoge la realidad actual.
En 1974, nace formalmente el Instituto de la Uva (Iuva), después de cuatro años en los cuales el Ing. Luis A. Garassini, profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), propusiera la creación de este Instituto a las autoridades de la UCLA. El propósito de la propuesta se fundamentaba en que éste se encargará de investigar y fomentar los campos de la Viticultura y Enología a nivel tropical, con lo cual se promovería el cultivo de la vid y su industrialización. Esta proposición ganó adeptos, y con el apoyo interno de profesionales y técnicos de la Escuela (ahora Decanato) de Agronomía comenzó sus primeros pasos.
El comienzo no fue fácil por el escepticismo natural que se podía tener en cuanto al cultivo de la vid, acostumbrados a identificarla como cultivo de países templados. Sin embargo, la evidencia de la existencia en suelo larense de la especie patrón “criolla negra”, junto a la posibilidad de investigar resultados de injertos, conquistó a las autoridades universitarias por cuanto ello permitiría la proyección de la institución, no sólo en el medio rural como factor promotor de desarrollo de nuevas variedades vegetales, sino también, la posible manufactura de la vid, lo cual, de poder consolidarse, contribuiría con el desarrollo socioeconómico y tecnológico de la región y del país.
¡Visionarios los pioneros de esta idea! Apoyados institucionalmente bajo la organización de un Instituto de Investigación, comenzaron a programar sus primeras actividades basadas fundamentalmente en la investigación, dando activo apoyo a la docencia e iniciando los primeros pasos a la extensión.
Para ejecutar sus actividades, el Instituto de la Uva se apoyó en dos Estaciones Experimentales ubicadas en el Estado Lara: una en el Núcleo Tarabana (Distrito Palavecino-Cabudare), en una superficie de 15 hectáreas de las cuales, 9 has., se plantaron con vides para uvas de mesa y el resto eran y actualmente son compartidas con la infraestructura física de los Decanatos de Ingeniería Agronómica y de Ciencias Veterinarias para sus actividades de docencia, investigación y extensión.
La Estación de El Tocuyo, (Distrito Morán), es una superficie de 45 hectáreas de las cuales, 32 has se dedicaron al cultivo de vides de uvas para la mesa y para vino. En esta estación se custodia una amplia colección ampelográfica formada por 180 variedades de vid para mesa, vino y pasas, introducidas al país por el Instituto, desde los países de mayor tradición vinícola del mundo: Francia, España, Italia, Estados Unidos, Sudáfrica y Australia.
En estos diez años de implantación y crecimiento del Iuva, la investigación ha tenido una labor primordial y básica para lograr la generación y la acumulación de conocimiento científico y tecnológico que permitió sustentar los criterios de aclimatación, propagación y posible producción de vides, con lo cual se produjo un crecimiento “hacia adentro”, sustentado en la información tecnológica disponible para el docente y para los futuros planes de extensión.
La investigación fue canalizada a través de lineamientos generales que incluyeron las siguientes líneas de investigación: introducción y evaluación de variedades, propagación e interjección de la vid, estudio de fertilidad de yemas, sistemas de conducción, operación en verde, estudio de la fenología y fisiología del cultivo, uso de reguladores de crecimiento, estudio y control de plagas, enfermedades y malezas; nutrición mineral, desarrollo de raíces, uso del agua, vinificación de variedades nativas e introducidas, aislamiento de levaduras nativas.
Con esta actividad de investigación básica se produjeron cincuenta y nueve resultados de investigaciones, presentados en diferentes eventos nacionales y muchas de ellas publicados en revistas científicas. Iniciaron estas actividades cuatro docentes/investigadores y a partir de 1978 se comienzan a incorporar otros docentes, algunos de los cuales formarían parte del recurso humano adscrito al Instituto y otros sólo participarían como investigadores invitados y colaboradores.
Consolidada la infraestructura física del Instituto, se decidió complementar esta actividad de investigación compartiéndola con la plantación de viñedos comerciales (para uva de mesa) a fin de generar ingresos propios y cubrir costos para movilizar recursos, que el aparato burocrático de la UCLA no podía atender, con la celeridad y necesidad del caso.
Sin embargo, esta decisión proyecta en el entorno un efecto multiplicador en la población de El Tocuyo, ciudad de vocación agrícola, comenzándose a observar plantaciones de viñedos para uvas de mesa, extendiéndose a otros Distritos (Jiménez y Urdaneta) del Estado Lara, impulsándose así la actividad productiva de un rubro agrícola inexistente en el contexto productivo del estado, cuya vocación es hortícola y de producción de caña de azúcar.
De esta forma y con esta plataforma operativa se inicia así la apertura formal del Instituto hacia las actividades de extensión como función vinculante con el entorno, fomentando no sólo la plantación de vides para uva de mesa, sino también para la elaboración de vinos, ya que las investigaciones arrojaban resultados altamente positivos y de alta calidad de los mostos obtenidos en algunas de las regiones del país.
Durante los tres primeros años de este período se continuó realizando las actividades enfocadas en la investigación, docencia, extensión y producción, lo cual se vio afectado por la separación de algunos investigadores del Iuva, unos por continuar estudios de cuarto nivel o por jubilación y otros en busca de nuevos horizontes. Sin embargo, se pudo proseguir desde el apoyo de la docencia, a través del personal de investigación, tanto de pre como de postgrado, con las cátedras de Fruticultura del programa de nemátodos fitopatógenos y el asesoramiento de tesis de grado relacionadas con las enfermedades de la vid.
Así mismo, se colaboró con la cátedra de Fruticultura del Instituto Tecnológico Agro Industrial del Colegio Universitario de Maracaibo, con la Escuela de Prácticas de Agricultura y liceos agrícolas; a estos últimos en adiestramiento práctico sobre manejo y conducción del viñedo tropical.
El asesoramiento directo a personas, organismos y empresas que solicitan información, adquiere una relevante importancia, y en este sentido conviene reseñar el invaluable apoyo tecnológico derivado de la vinculación al grupo empresarial Polar y a la empresa francesa Courvier, desde 1983.1
Esposito de D. (1997), señala que ocurrió una vinculación, sin establecer convenio de confidencialidad, ni de co-titularidad, o transferencias de conocimientos científicos-tecnológicos. Para ese momento, el Instituto de la Uva era el único en Venezuela que contaba con ese tipo de información por lo cual se realizaron investigaciones conjuntas y de asesoramiento. De esta relación nace la instalación y desarrollo de la empresa “POMAR”, consorcio formado por el grupo Polar de capital venezolano y Martel de Francia, el cual se ubicó en la población de Altagracia del Distrito Morán
A finales de 1988, Iuva decide, en base a la experiencia generada, producto de los adelantos logrados en la investigación y a las bondades y calidad de los viñedos para vinos, iniciar la producción de vino a nivel comercial, acondicionándose en un espacio físico la bodega piloto con fines industriales y de investigación, en los terrenos de la estación experimental de El Tocuyo, con el objetivo de que sirviera de orientación a la incipiente industria vitivinícola nacional. Con los años, se fue ampliando su producción, oscilando entre 20 a 25.000 cajas de vino al año, diversificando y comercializando diversas marcas de vino de gran aceptación local, nacional e internacional. A partir de 1989 las bodegas de vino pasan a ser administradas por la Asociación Civil de la Universidad “Asociucla”, empresa rental que cerró sus funciones en 1995.
Pese a los logros obtenidos, el Iuva comienza a sufrir un proceso franco de descapitalización en cuanto a recursos humanos pues había disminuido el número de investigadores y no se contrataron nuevos profesionales debido, fundamentalmente, al problema presupuestario. Por tal razón, se tomó la decisión de cerrar sus bodegas, lo cual trajo como consecuencia que se limitara la vitrina a través de la cual se exponían los productos obtenidos en procesos agroindustriales.
Es importante señalar que la trayectoria del Instituto de la uva (Iuva) llenó importantes espacios del saber científico y una destacada generación de innovación concretada en las diferentes cepas de uva muy adaptadas al trópico y a la industria vinícola, cuya mejor expresión fueron los diferentes tipos de vinos obtenidos. Por este desempeño, se ha llevado a cabo dentro del ámbito institucional, una reflexión sobre la pertinencia y asertividad de esta iniciativa, razón por la cual se mantiene al director con personal técnico y obreros, preservándose la producción de uvas para mesa y se esta reactivando la bodega para producción de vinos.
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Vol. 32 (2) 2011
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