Espacios. Vol. 33 (1) 2012. Pág. 19


Las MiPymes del sector metalmecánico en el municipio de Comodoro Rivadavia (Argentina). Un diagnóstico como base para mejorar su competitividad

The metallurgical sector MSMEs in the county of Comodoro Rivadavia (Argentina). Diagnosis as a basis to improve their competitiveness

María Esther Carbia 1; Gladys Bogoni 2; Graciela Susana Noya 1 y Nora Lucía Lladser 1

Recibido: 12-05-2011 Aprobado: 10-10-2011


Contenido

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RESUMEN:
Este trabajo resume el diagnóstico elaborado de la primera parte de la investigación de mipymes del sector metalmecánico de Comodoro Rivadavia (Pcia. de Chubut, Argentina) en miras a su competitividad, estudiando las variables Calidad, Producción, Gestión, Recursos Humanos, Seguridad y Medioambiente, Innovación y Apertura de mercado. Metodológicamente, se diseñó una encuesta que obtuvo un 82 % de respuesta y se ideó un simple indicador para medir el potencial competitivo de las empresas, relacionando las variables mencionadas. Las empresas se agruparon según la técnica de Análisis de Clusters, obte niéndose la diferenciación en 3 grupos.
Palabras clave: pymes, sector metalmecánico, competitividad

 

ABSTRACT:
This work summarizes the elaborated diagnosis of the first part of the investigation of Micro, Small and Medium Enterprises of the metalmechanic sector in Comodoro Rivadavia (Chubut, Argentina), in gunsights to his competitiveness, studying the variables Quality, Production, Management, Human Resources, Security and Environment, Innovation and Opening market. Methodologically, it was designed a survey that obtained 82 % of response and a simple indicator was created to measure the competitive potential of the companies, relating the mentioned variables. According to the Cluster's Analysis techn que, the companies were gathered in three groups.
Keywords: sme, metal mechanic industry, competitiveness


1. Introducción

Este trabajo se  presenta en el marco de un proyecto de investigación para el estudio de  Pymes del sector metalmecánico de Comodoro Rivadavia desde un enfoque de competitividad sistémica, que se realiza en  la Facultad de Ingeniería de la Univer sidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco con la colaboración (por la  firma de un Acta Acuerdo) del Municipio de Comodoro  Rivadavia  (Provincia del Chubut, Argentina) a través de la Agencia Comodoro Conocimiento.  Dentro de los objetivos del proyecto, se contempla la realización de un diagnóstico de las Pymes del sector metalmecánico en la ciudad de  Comodoro Rivadavia, analizando factores locales que influyen en la competitividad, en particular las variables: innovación, calidad, seguridad  y  ambiente,  recursos humanos, producción, gestión y apertura de mercado;  por otra parte, proponer una herramienta de medición de las mismas en vistas a su competitividad.

El sector de la pequeña y mediana empresa (Pyme) se ha convertido en un importante centro de atención y debate ya que, como se ha expresado en  innumerables oportunidades, la Pyme cumple un rol  insustituible en la generación de empleo y difusión de la cultura del trabajo, y a su vez, presenta problemas comunes que  la dejan  al margen de  los sectores  más dinámicos de la economía.

Es claro entonces  que el  principal desafío que enfrentan los sectores  público y  privado es  facilitar la incorporación de las Pyme a los sectores productivos exitosos tanto en el ámbi

to nacional como en el internacional; por ende, el crecimiento de estas empresas resulta de  interés tanto para el desarrollo nacional  como el local y el reto de la competitividad se convierte en un eje central.

En esta  presentación  se muestran los resultados obtenidos en la  realización del diagnóstico local, enfocándonos en las variables determinadas para las empresas, en miras a su competitividad.

2. Contexto local del sector metalmecánico

Comodoro Rivadavia  es una ciudad  de  aproximadamente 200.000 habitantes que se encuentra enclavada en la Patagonia Argentina  sobre  el  Golfo San Jorge, al sureste de la Provincia del Chubut  (Republica Argentina) y  es la ciudad donde, en el año 1907,  se  descubrió petróleo en el país, habiéndose perforado desde entonces más de 20.000 pozos. Por ello, la actividad petrolera ha marcado profundamente la vida de la comunidad de la región,  constituyéndose  en la principal actividad productiva de la misma pero condicionándola a sus propios vaivenes económicos y políticos, tanto nacionales como internacionales.

Según Dajczewand (2007) en el contexto socioeconómico regional  se observa escasa agregación de valor local,  baja empleabilidad e importantes desventajas de índole estructural en las Pymes de la región  (tecnológicas, organizacionales, financieras y de  expansión comercial).  Desde el Estado, sobre todo en el ámbito provincial y local, teniendo en cuenta que la actividad económica  fundamental se  basa en un recurso no renovable, se han  buscado estrategias de diversificación de la producción y agregación de valor en términos productivos y de servicios.

Por lo dicho, la industria metalmecánica en Comodoro Rivadavia nació  y se  desarrolló al amparo de la explotación petrolera, logrando  un nivel de desarrollo importante, razón por la cual se ha puesto en ella la mirada, a los efectos  de potenciarla.

Esto es así porque,  por un lado, para la región se torna fundamental  promover la conformación y el fortalecimiento de encadenamientos  productivos  en torno a la  actividad petrolera principal,  pero que la trasciendan a los efectos de brindarle sustentabilidad;  por otro lado, se encuentra en línea con las consideraciones  internacionales, aún en los países industrializados,  que  consideran  al sector metalmecánico como una de las  industrias  básicas  cuyo grado de madurez es a menudo un exponente  del  desarrollo industrial de un país, ya que tiene una importancia notable en el desenvolvimiento de otros sectores productivos a los que provee de maquinarias e insumos claves para la producción, el consumo y la inversión (UIA, 2008).

En particular, desde el Municipio se ha manifestado el interés en abordar  la preparación del sector metalmecánico ante desafíos  regionales,  tanto de la explotación  Offshore (previsto para un futuro cercano frente a las costas  comodorenses) como del desarrollo de energías alternativas, involucrando diseño y construcción de molinos eólicos.

El sector  metalmecánico (Idits, 2004) está conformado por una gran diversidad  de industrias. Abarca desde la fabricación de elementos  menores hasta  la de material  que demanda una base tecnológica  sofisticada  y a su vez, es un sector de gran potencial  integrador,  toda vez  que la producción de bienes de mayor  valor agregado requiere en gran medida de partes producidas  por el mismo sector.  Este mismo instituto desagrega el sector en 9 subsectores (Proveedores Corte y plegado de chapa y perfilaríaMatricería;  Construcciones y Montajes Metalúrgicos; InstalacionesTermomecánicaZinguería; Muebles, Carpintería Metálica y otros productos terminados; Mecanizados; Fabricación  de   Máquinas y Equipos;   Electromecánica y Servicios Técnicos  Industriales; Fundiciones; Insumos metálicos para el transporte).

3. Competitividad

A la hora de abordar la competitividad, dada la complejidad de un entorno globalizado, las características propias del sector de Pymes  en países latinoamericanos y las particularidades de economías  emergentes,  resulta  conveniente adoptar modelos o enfoques  que trasciendan el accionar de las empresas o Industrias.  Lo anterior surge en razón de que no es suficiente con que  la  firma o  sector sea  competitivo, si el entorno en el cual  se desempeña no ofrece las condiciones apropiadas que le den ventajas sobre sus similares en el resto del mundo.

La organización del sistema productivo a nivel local es uno de los  factores que  más condiciona al proceso de acumulación de capital (que hoy más que nunca, es acumulación de tecnología y conocimiento),  ya que las formas en que se establecen las relaciones  entre  las empresas, los proveedores y los clientes, influye  sobre la productividad y competitividad de las economías locales.

La competitividad sistémica es un marco conceptual que distingue dos elementos: la diferenciación entre cuatro niveles analíticos distintos (meta, macro, meso y micro) y la vinculación de  elementos  pertenecientes  a  la economía industrial, a la teoría de la innovación y a la sociología industrial, en torno a  una  política de redes (Esser y col., 1996). Dichos niveles interactúan según se muestra en la Figura 1.

Se  muestra  entonces  la conveniencia  de realizar el estudio desde un  enfoque de competitividad sistémica, y en particular focalizar  el  análisis  en los  niveles microeconómico (en la planta  y  dentro de las empresas) y mesoeconómico (eficiencia del entorno,  mercados  de  factores, infraestructura física e institucional y, en general, las políticas específicas para la creación  de  ventajas competitivas), con el fin de buscar una competitividad  sostenible en función de  los factores que intervienen en el entorno local.

Figura 1: Modelo de competitividad sistémica genérico

(Fuente: Morales RubianoCastellanos Domínguez, 2007)

Se entiende que la noción de competitividad sistémica presenta una  visión integral de los factores, actores y relaciones que deben existir para alcanzar una competitividad sostenible.

Frente a los factores mencionados, el municipio aparece en escena  como el agente estatal más cercano y con mayores posibilidades  de éxito para generar políticas adecuadas que coadyuven a la implantación de la competitividad sistémica local. Esta idea  “parte de la observación de que el territorio actúa como continente de infraestructura productiva, habilidades organizacionales,  tecnologías  de producción que determinan sus costos  y calidad,  capacidad de adaptación frente a modificaciones  en la demanda o en la condiciones de competencia inter firmas, capacidad de coordinación de las actividades entre las firmas  y  con  las  del gobierno y otras instituciones”, etc. (Tkachuk, s/f).

A modo de resumir el concepto de los niveles de competitividad sistémica  que se abordarán, puede decirse que en el nivel microeconómico  se  trata de introducir los cambios tecnológicos factibles  y necesarios para repotenciar el aparato productivo local; en tanto, en el nivel de la mesoeconomía territorial se trata  de impulsar un entorno innovador para el fomento empresarial,  lo que implica desarrollar toda una institucionalidad local  que pueda acometer ese desafío (Silva Lira, 2005). Como dice Carrillo –Plascencia (2008) lo novedoso en la búsqueda de modelos que permitan elevar la competitividad es que el entorno,  en el nuevo paradigma, dejó “de ser contexto para convertirse  en texto”,  lo  cual representa un enorme reto para los gobiernos latinoamericanos.

4. Metodología

Para realizar  la investigación a nivel micro, y ante la falta de un censo industrial que proveyera de información actualizada  sobre  las empresas metalmecánicas radicadas en la ciudad, se relevó  la información sobre las micro, pequeñas y medianas empresas del sector metalmecánico a partir de la disponible en organismos  públicos y privados y del uso de Internet para individualizar empresas. Se constituyó así una base de datos con 105 empresas,  que fue la que se tomó para realizar el trabajo de campo.

Si bien en la mayoría de las situaciones el estudio o investigación  se  realiza sobre una muestra representativa de la población o universo (conjunto de todos los casos que concuerdan con  determinadas  especificaciones),  en este caso se decidió tomar  la encuesta a todas las empresas que forman parte de la base  consolidada.  Esto es así, porque además de las características extrapolables a toda la población que pudieran surgir de una  muestra,  se tenía  interés en la cantidad de empresas dedicadas  a cada subsector de actividad dentro del sector metalmecánico  de la ciudad y en ausencia de un censo industrial que  suministrara esta información, se consideró una estupenda oportunidad  para  recabar  la misma; de esta manera, se podrá diagramar  estrategias con una base más sólida en cuanto a los beneficiarios  y  actores potenciales. Esta decisión encuentra sustento teórico en Hernández Sampieri y col. (2006).

Se  diseñó  una encuesta estructurada con preguntas cerradas y abiertas,  basada en las 7 variables consideradas para la competitividad:  Calidad,  Producción, Gestión, Recursos Humanos, Seguridad y Ambiente,  Innovación,  Apertura de Mercado;  a su vez,  tal  como se describe en la Tabla Nº 1, para cada una de las  variables  se determinó cuales serían las  subvariables o factores  a  tener en cuenta para la cuantificación de una dimensión determinada.

Tabla 1: Dimensiones y subdimensiones para la construcción del indicador

VARIABLE o DIMENSION

SUB DIMENSIONES

CALIDAD

Programas de Gestión de Calidad

Satisfacción del Cliente

INNOVACION

Innovaciones logradas

Actividades de innovación

SEGURIDAD Y AMBIENTE

Programa de gestión ambiental

Prevención de riesgos

RECURSOS HUMANOS

Composición

Capacitación

PRODUCCION

Flexibilidad

Productividad/planificación de la producción

Infraestructura

Logística

Tecnología

GESTION

Gestión de oportunidades

Gestión administrativa organizacional

Gestión de mercado

APERTURA DE MERCADO

Comercialización de productos/servicios

Búsqueda de nuevos mercados

Conocimiento aspectos vinculados a nuevos mercados

Certificación norma específica de prod/servicio

El siguiente paso constituyó en generar una herramienta de medición de la competitividad en función de las variables y subvariables. Dado que un indicador sirve para medir algún aspecto de un objeto o fenómeno, corresponde dar forma a la función que combine las siete variables definidas y en ese aspecto, se ha ya establecido que en  este campo no resulta recomendable la  formulación de modelos estadísticos complejos (aún a pesar de las limitaciones de la información disponible), por las dificultades de operación práctica y de apropiación social de la metodología  por parte de los niveles regionales de gestión de la  competitividad (Centro de Investigaciones para el Desarrollo, 2002).  Por  esa razón se adoptó un modelo simple que fácilmente se comprendiera por los distintos actores.

Desde  una perspectiva teóricoconceptual, la construcción del indicador  de competitividad estratégica significa desarrollar un esquema que permita caracterizar (mediante la estructura de dimensiones,  indicadores, subindicadores y variables), y posteriormente operacionalizar (a través de la asignación de ponderaciones), los aspectos considerados más relevantes (PirelaTesta, (2000)).

Esta  estructura  por  niveles de  los  indicadores ya ha sido adoptada  en  trabajos  sobre  competitividad,  por ejemplo en PirelaTesta (2000), PirelaAbreu (2005) y Anasagasti (2005).

El primer nivel de desagregación está constituido por las siete  dimensiones  mencionadas, habiéndose establecido que todas tendrían  el  mismo  peso (peso equitativo) las que, a su vez, estarán  constituidas de manera que su máximo valor sea de 100 puntos.  De esta manera, se podrá también hacer fáciles análisis comparativos entre las contribuciones de las distintas variables al nivel de competitividad final.El diagrama del árbol de indicadores se muestra en la Figura 2.

Figura 2. Árbol de Indicadores

Se  parte  entonces de una muy simple relación que nos permita evaluar la competitividad (C), con un valor máximo de 700 puntos,  en función de las siete dimensiones mencionadas: Calidad (IC), Innovación (II), Seguridad y Medio Ambiente (ISA), Recursos Humanos (IR),  Producción (IP),  Gestión (IG) y Apertura de Mercado (IAM), tal como se indica en la ecuación (1).

       (1)

Cada variable o dimensión (que como máximo llega a 100 puntos) se desglosa en distintas categorías o subdimensiones; a cada una de éstas se les asignó un valor obedeciendo a la necesidad de priorizar acciones y comportamientos en las organizaciones.


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1. Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
2. Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.


Vol. 33 (1) 2012
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