Espacios. Vol. 28 (1) 2007. Pág. 17

Hacia una propuesta de estimación de la “actitud innovadora” en la sociedad

Towards a proposal of estimation of the "innovating attitude" in the society

Marc Bovenschulte*


Contenido


RESUMEN:
En este trabajo se propone una aproximación metodológica para vincular el desempeño tecnológico y la innovación con la percepción del público como expresión de la actitud innovadora de una sociedad, entendiendo por ésta a la capacidad de una sociedad o grupos sociales específicos para imaginar que la ciencia y la tecnología tienen un papel protagónico en la proyección del futuro.

ABSTRACT:
In this work a methodologic approach sets out to tie the technological performance and the innovation with the perception of the public like expression of the innovating attitude of a society, understanding by this one to the capacity of a society or specific social groups to imagine that science and the technology have a main paper in the projection of the future.

Introducción

Siguiendo el primer concepto del economista J. Schumpeter, el proceso de innovación consiste en tres fases: la invención, la adaptación y la integración de la invención, y la difusión de la novedad en el mercado.[1] Por una parte, se puede distinguir entre la innovación de un producto y la innovación de un proceso y, por otra, entre innovaciones radicales e innovaciones incrementales. Al contrario de la antigua idea de una cadena lineal, hoy en día se toma la innovación como una red compleja,[2] influenciada por factores como nuevos desarrollos técnicos (“technology push”), la demanda de nuevas soluciones o productos (“demand pull”), y deseos o necesidades de la sociedad (“societal pull”). El proceso de innovación, de esta perspectiva, sucede en un cluster[3] innovador (sectorial, regional o nacional) formado por los actores participantes de este proceso.

El sistema de innovación y la función de sus (sub-) procesos llaman mucho la atención de investigadores y políticos motivados por las expectativas de entenderlo y así mejorar y gestionar su eficacia. Hasta ahora, el conocimiento de los procesos innovadores se enfoca, por ejemplo, a partir de datos sobre inversiones, nuevas empresas, cantidad de patentes, formas de colaboración entre los actores claves, marcos legales, etc, en una combinación de datos cuantitativos con resultados cualitativos. No obstante, este  concepto de sistema de innovación también obliga a reconocer que “el público” no es solamente un consumidor pasivo de los beneficios que produce el sistema de innovación, más bien al contrario. Cada cluster de innovación está ubicado en, y vinculado con, la sociedad y “el público”. Se pueden rastrear en la historia de la innovación tecnológica ejemplos que muestran cómo la sociedad funciona como un factor desequilibrante a la hora de aceptar o rechazar los productos o resultados de la innovación. Pero hasta ahora tampoco es menos cierto que la investigación que intenta comprender la dinámica de los sistemas de innovación no ha considerado a la sociedad en sentido amplio como parte activa de este proceso y, por lo tanto, no se la incluye como variable de análisis.


“En los EE.UU., la gente es más abierta y no tiene temor  a las nuevas tecnologías. También por eso, los EE.UU. son una economía muy innovadora y competitiva.” Opinión general – ¿prejuicio o verdad?


La vinculación estrecha entre la ciencia y la tecnología, por un lado, y la sociedad, por otro, es un aspecto clave en la discusión sobre la “modernidad reflexiva”.[4] Según el concepto de Modo 2, hay cambios profundos en la producción de conocimiento científico como reacción a la globalización.[5] Las características de Modo 2 son las cooperaciones en redes, procesos reflexivos, etc.; logicamente, estos rasgos son también característicos de los sistemas de innovación. En el contexto de la innovación se habla de una co-evolución de ciencia, tecnología y sociedad para subrayar su mutua dependencia.[6] Otra discusión sobre “la segunda modernidad” se enfoca en el fenómeno del riesgo, su percepción y construcción social en procesos de desarrollo.[7] En ambos conceptos reflexivos, el público tiene naturalmente un papel activo e importante. Aunque la importancia del público en los procesos de innovación parece muy clara desde una perspectiva académica, todavía sigue faltando una transferencia del modelo teórico a una investigación empírica. Para cumplir la aspiración y la prueba práctica como “acto reflexivo”[8], hay que desarrollor herramientas capaces de medir tendencias innovadoras. En este trabajo proponemos un acercamiento basado en la comparación del desempeño tecnológico y la innovación con percepciones como expresión de la “actitud innovadora” de una sociedad o grupos sociales específicos. Es decir, intentaremos generar una aproximación metodológica para vincular al ámbito de la innovación con el de la percepción social, incorporando en el análisis las aproximaciones teóricas y metodológicas más recientes.

El termino “actitud innovadora” no es completamente nuevo. Desde hace un par de décadas forma parte de los modelos sobre el desarrollo y el cambio en empresas y organizaciones. Debido a eso tiene alguna historia académica, aunque todavía tampoco puede decirse con claridad qué representa.[9] Aún así, en términos generales describiría una actitud creativa, abierta, dinámica, y atenta a ir más allá de las reglas, rutinas y tareas definidas. Pero si queremos avanzar hacia una metodología de medición de este concepto y sobre la base de ello realizar una investigación empírica que prueba su eficacia, como primer paso es necesario que ofrezcamos una definición operativa:

La actitud innovadora es una disposición que se traduce en la capacidad de una sociedad o sub-grupos sociales para imaginar que la ciencia y la tecnología tienen un papel protagónico en la proyección del futuro.

Si bien es cierto que la idea de “actitud innovadora” puede ser utilizada en diferentes contextos y sentidos –aún cuando hablemos exclusivamente de ciencia y tecnología- de la definición se desprende que nuestro interés está centrado en evaluar la proyección del futuro que hacen individuos o grupos sociales. Por lo tanto, en el diseño de un instrumento de medición interesará fundamentalmente la inclusión de preguntas que pongan de relevancia esta dimensión. Dicho en otros términos, el objetivo de la investigación empírica será indagar en las personas y grupos sociales qué lugar tienen la ciencia y la tecnología en su propio futuro y en el de la sociedad en la que viven.

En este contexto también será necesario distinguir entre una actitud ingenua que está de acuerdo con cualquier modo o forma de desarrollo tecnológico (euforia y admiración del progreso), y una actitud reflexiva que comprende la vinculación entre los nuevos desarrollos tecnológicos, las incertidumbres, y los desafíos y objetivos de la sociedad. Esta vinculación representa en primer acercamiento a los aspectos del desarrollo sustentable (justicia social, protección del medio ambiente, regulación, etc.) y es, por supuesto, una construcción que pretende subrayar que la “actitud innovadora” puede asumir ambas condiciones. Lógicamente, la actitud innovadora reflexiva estaría caracterizada por optimismo pero también crítica y se expresa en:

La actitud innovadora no está mediada necesariamente por el nivel de conocimiento o comprensión de hechos, teorías o leyes científicas. Las investigaciones han establecido que un individuo puede desconocer aspectos fundamentales de la ciencia y, sin embargo, tener una comprensión reflexiva de las posibilidades, los límites y su impacto.

Para desarrollar un catálogo de preguntas adecuadas, proponemos usar los indicadores de la percepción pública de ciencia y tecnología que estan establecidas desde hace años, pero no son vinculados con procesos de innovación. Hasta ahora falta una perspectiva consistente, que combine los datos sobre el sistema “duro” de innovación con la demanda y la percepción pública de la ciencia y la tecnología en sentido de una sociedad innovadora. Aunque hay, por ejemplo, capítulos adecuados en los „Science and Engineering Indicators“, no hay vinculación alguna entre ellos.[10] Y estas vinculaciones tampoco están presentes en el Eurobarométro.[11] La inclusión de la “actitud innovadora” en los indicadores “duros”[12] de innovación es una amplificación de perspectiva: En primer lugar, no se trata del impacto de las innovaciones en la sociedad,[13] sino del impacto social en el sistema de innovación y de la competitividad. Basado en investigaciones de este modelo, la política recibe informaciones para la gestión política para mejorar el sistema de innovación en el que convergen diferentes senderos de desarrollo: I+D, educación, apoyo público etc. En caso ideal habría no solamente una convergencia en los indicadores considerando los diferentes senderos en un sistema de innovación, sino también una convergencia en las herramientas de evaluación y gestión (figura 1).

Figura 1
Esquema de la convergencia de tres senderos de desarrollo en el sistema de innovación.

El objetivo de los indicadores públicos es la identificación y el desarrollo de preguntas y aspectos, que sean capaces de medir los efectos y el nivel de “actitud innovadora” en la sociedad (en la dimensión “individual” y en la dimensión “pública”). En este concepto, la dimensión pública representa bloques de opiniones formados por diferentes stakeholders (grupos de presión y ONGs, asociaciones, la iglesia, sindicatos etc.); en caso extremo, unas personas distinguidas funcionan cómo iconos y encarnan los discursos sobre ciencia, tecnología e innovación. La síntesis de la dimensión individual (investigada por una encuesta) y la dimensión pública (investigada por entrevistas en profundidad o grupos de foco) resulta en la actitud innovadora de una sociedad.

En lo siguiente, desarrollamos una estratégica para preparar una investigación empírica entre diferentes países para aplicar el concepto de la actitud innovadora, en la que hay que relacionar distintos factores para evitar una metodología demasiado compleja. Este acercamiento esta basado en el análisis de unos Rankings muestras sobre la competitividad y el nivel tecnológico de países para identificar naciones muy desarrolladas. En el segundo paso buscamos rasgos de estos países en la percepción pública de ciencia y tecnología. De esta correlación derivamos un diseño metodológico y un catálogo de preguntas para aplicarlas en una futura investigación empirica.

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* VDI/VDE-IT, Berlín, Alemania. Email: bovenschulte@vdivde-it.de

[1] Schumpeter, J.A. (1912): Theorie der wirtschaftlichen Entwicklung. Munich

[2] Freeman, C. (1991): Network of innovators: A synthesis of research issues. Research Policy; 20: 499-514

[3] Porter, M.E. (1990): The Competitive Advantage of Nations. New York

[4] Beck, U., Giddens, A., Lash, S. (1996): Reflexive Modernization: Politics, Tradition and Aesthetics in the Modern Social Order. Cambridge

[5] Gibbons, M., Limoges, C., Nowotny, H., Schwartzman, S., Scott, P., Trow, M. (1994): The New Production of Knowledge – The dynamics of Science and Research in Contemporary Societies. Londres

Nowotny, H., Scott, P., Gibbons, M. (2001): Re-Thinking Science. Knowledge and the Public in an Age of Uncertainty, Cambridge

[6] Rip, A. (2002): Co-Evolution of Science, Technology and Society. Universidad de Twente (el texto es disponible online: http://www.sciencepolicystudies.de/dok/expertise-rip.pdf)

[7] Beck, U. (1986): Risikogesellschaft. Auf dem Weg in eine andere Moderne. Francfort

[8] Fuller, S. (1995): Is there life for sociological theory after the sociology of Sociology? The Journal of the British Sociological Association, 29/1, p. 159

[9] Jaramillo, H.,Gustavo Lugones, G., Salazar, M. (2002): Manual de Bogotá: Normalización de Indicadores de Innovación Tecnológica en América Latina y el Caribe. p. 68. RICyT/OEA/CyTED

[10] National Science Foudation (2004): Science and Engineering Indicators 2004. Arlington

[11] Comisión Europea (2005): Special Eurobarometer 224 „Europeans, Science & Technology“. Bruselas

[12] Normalmente se usa datos como los gastos en I+D, la porcentaje de scientificos y ingenieros en la población, el numero de patentes etc. para describir el nivel del desarrollo scientífico y técnico. Una fuente estandard de aquellos datos son las estatísticas de la Organización de Co-operación y Desarrollo Económico. OECD (2005): OECD Factbook 2005 – Economic, Environmental and Social Statistcs. Paris (los datos son disponibles online: http://oberon.sourceoecd.org/vl=19095930/cl=84/nw=1/rpsv/factbook/)

[13] Como descripción general del tema se puede tomar “Impacto social de la ciencia y la tecnología”, Revista Ibero-Americana de Ciencia, Tecnología y Sociedad, Buenos Aires, 2005

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