Peter Rudolf Seidl
-La química fina en Brasil es una industria reciente puesto que la mayor concentración anual de sus inversiones ocurrió en la década de los 80.
-Constituye un sector productivo con reconocimiento y proclamado alto valor estratégico para el desarrollo económico social del país, en especial en las áreas de alimentación (aditivos alimenticios, pesticidas agrícolas y animales), en la salud (medicamentos) y en la industria de la transformación (catalizadores).
-Por tratarse de una actividad reciente, sus emprendimientos más expresivos fueron implantados incorporando modernos conceptos de preservación del medio ambiente.
-Hay un papel relevante desempeñado por la propiedad industrial en química fina, especialmente en patentes de productos y sus aplicaciones. La creciente expansión del concepto de Trade Secret, a despecho de su conflicto original con la patente (difusión de conocimiento), introduce dificultades adicionales al surgimiento de nuevos actores.
-Empresas nacionales, inclusive las más modernas y eficientes, serán severamente penalizadas, o hasta inviabilizadas, en el caso de que el Nuevo Código de Propiedad Industrial no abrigue adecuadas salvaguardas para su manutención.
-Las empresas de química fina instaladas en el país son competitivas, esto es, presentan costos operacionales comparables, o inferiores, a aquellos observados en los países desarrollados.
-La reducción de las condiciones de competitividad del sector proviene, básicamente, de factores externos al proceso productivo, especialmente provenientes de las elevadas (cuando se comparan a niveles internacionales) tasas tributarias y de interés, así como de ineficiencias en el sistema de transporte y distribución, además del sistemático irrealismo de la tasa de cambio.
-El mercado internacional en el área de química fina presenta características de concurrencia acentuadamente imperfectas, con claras tendencias a la oligopolización en un sin número de sub-sectores
-La protección tarifaria de los productos del sector per se, no constituye una adecuada ni suficiente protección a la industria instalada en el país, especialmente en el área de intermediarios de uso y de especialidades, donde la acción sucedánea de diferentes moléculas químicas no puede ser considerada.
-No obstante las recomendaciones del GATT, barreras técnicas y otros mecanismos no tarifarios continúan siendo ampliamente utilizados por los países desarrollados, en defensa de sus respectivos mercados internos.
-La industria instalada en Brasil fue penalizada debido a la rápida apertura de mercado interno a la concurrencia internacional, sin una ajustada (a tiempo) contrapartida expresa por la atención de pre requisitos para su exposición a la concurrencia externa, destacándose entre ellos: Elevados costos de capital y contribuciones sociales, tasa cambiaria irreal, infraestructura de transporte y almacenamiento anacrónico y costoso, proceso recesivo agudo e inflación a tasas elevadas.
-Debido a tales distorsiones en la economía, se registra hoy un acentuado proceso de inversiones en el país, expresado por el encerramiento de etapas productivas verticalmente integradas, optándose por la importancia de intermediarios de síntesis que antes eran fabricados en Brasil.
-La gestión de calidad está relativamente madura en el país, sin embargo, la conformación plena con las normas ISO 9.000, aún n ha sido alcanzada.
-A pesar de ser considerada prioritaria y estratégica para el desarrollo nacional, la Tecnología, no ha merecido la atención necesaria por parte del Gobierno Federal, lo cual se expresa a través de medidas efectivas y articuladas, entre los ejecutores de políticas tecnológicas.
-La carencia de estímulos al desarrollo tecnológico del país se hace sentir por el inadecuado o incomleto uso de los instrumentos más eficaces internacionalmente utilizados para la formación de política industrial tecnológica: Financiamiento privilegiado, incentivo fiscal y uso del poder de compra del Estado.
-Los financiamientos denominados privilegiados para I&D son disponibles a tasas cercanas al doble de aquella normalmente utilizada para financiar activos fijos en países desarrollados. Incentivos fiscales a nivel federal no pasan de un proyecto de ley y, en lo que concierne al uso de poder de compra del Estado, en el Brasil es inexistente, aunque conste en la Constitución Federal.
-La formación de recursos humanos, conducido en centros universitarios, así como la oferta de servicios de I&D a nivel de Centros de Tecnología, universitarios o autónomos, se encuentran en situación caótica, tanto en lo que concierne a instalaciones, equipos y materiales, como a programas de trabajo y personal de alto nivel- desasistidos y abandonados a su propia suerte por el Gobierno Federal.
-Programas destinados a promover el desarrollo tecnológico no son orientados, prioritariamente, hacia áreas donde el país ya disponga de alguna competencia técnica y empresarial instalada, expresada en empresas actuantes en segmentos volcados para áreas estratégicas (salud, alimentación y catálisis), mejora de calidad y acceso a mercado externo.
-Dentro de esta concepción, no están siendo privilegiados, como deberían serlo en condiciones favorables, proyectos e el área farmacéutica (salud), aditivos (alimentación), catalizadores (mejora de calidad) e intermediarios (acceso al mercado externo).
-Los planes gubernamentales volcados al desarrollo científico no cuentan con la participación de empresarios calificados del sector.
Búsqueda, en el ámbito de una atrayente política de desarrollo industrial, una efectiva y articulada acción de los diversos órganos de administración federal, visualizando:
El presente trabajo presenta una versión condensada del Documento Industrias de Química Fina no Brasil: Situaçao Atual e Perspectivas para a sua Integraçao na Economia Mundial, preparado por la ABIFINA, ABQ y ABEQ. La contribución de las diferentes entidades que participaron de su elaboración consta en la presentación del documento.