ISSN-L: 0798-1015 • eISSN: 2739-0071 (En línea) - Revista Espacios – Vol. 43, Nº 11, Año 2022
CUETO R.C. «Ejercicio de la función del orientador en Venezuela. Situación Actual»
frecuencia de niños en cualquier parte del mundo, quieran cambiar su sexo, tampoco que niños y/o muy jóvenes
manipulen armas y sacrifiquen a decenas de personas.
En Venezuela, a la situación planteada se suman las consecuencias provocadas por la crisis económica, política
y social que se vive desde aproximadamente el año 2012, acentuadas a partir del año 2015, con las sanciones o
medidas coercitivas impuestas en el ámbito internacional (Orden Ejecutiva 13692) lo que ha afectado todas las
áreas de vida de la sociedad, muy especialmente el área laboral, como resultado de la emigración y la migración
de profesionales hacia otros horizontes o hacia emprendimientos productivos y empresas privadas; por esta vía,
han quedado numerosas plazas vacías, incluida la de docentes y orientadores. En el ámbito educativo durante la
pandemia, se programó la atención académica a distancia durante el tiempo que duró el aislamiento;
posteriormente, las autoridades educativas y de protección, ante la incorporación presencial a clases, estimaron
el estado de desadaptación que mostrarían, tanto estudiantes como docentes y todo el contexto de la
comunidad educativa, luego de dos años de encierro, de cuarentena, previendo con el proceso de re-
adaptación, un posible incremento de la agresividad y la violencia dentro y fuera de las instituciones educativas.
La presunción de las autoridades del Ministerio de Educación y de los organismos de protección y seguridad, se
concretó en hechos producidos en diferentes centros educativos, actos de amedrentamiento, amenaza
y violencia escolar se hicieron presentes; algunos de estos hechos fueron identificados como acoso escolar; su
tratamiento ha suscitado la atención y discusión sobre a quién compete la responsabilidad de los actos violentos
en las Instituciones educativas ¿es responsabilidad de los Padres? ¿Es de los Docentes? La casa es la primera
escuela, dicen unos, La escuela es la formadora de los niños, dicen los otros. Lo cierto es que debe asumirse
como un acto de corresponsabilidad, la responsabilidad es de todos, incluyendo la comunidad donde vive el niño
o joven y que rodea la institución educativa sea básica o universitaria.
Hacia esa comprensión y práctica deben conducirse las actuaciones, aún más cuando existe la alerta de los
organismos de seguridad, con relación a la existencia de bandas organizadas que estimulan la violencia, la droga
y la prostitución; referidos estos temas en el Conversatorio Acoso Escolar y Responsabilidad Penal del
Adolescente (2022). Asimismo, se sugirió retomar el concepto de Autoridad y las Escuelas para la Familia, entre
otras recomendaciones. En esta dinámica social presente, la figura del docente con su rol orientador y en
especial, la del docente orientador y el equipo de orientación, son esenciales para la preservación de la
convivencia y la paz. El caso es, que la presencia de estos profesionales ha disminuido en las instancias educativas
de todos los niveles, constatado este escenario por quienes hacen vida laboral en ellos.
El profesional de la orientación en Venezuela, según documento no oficial del Sistema Nacional de Orientación
(2001) surge en el transcurso de las décadas de los años 30 y 40 del siglo pasado, por lo que no se está hablando
de un profesional socialmente pensado hace una década, han transcurrido nueve; sin embargo, no se ha hecho
sentir la necesidad de la presencia, por lo menos de un orientador en cada institución educativa, tal como se
esperaba en las décadas de los 80 y 90. Lo planteado hace deducir que la figura y la función del docente
orientador, actualmente se encuentra poco reconocida, en momentos de alto requerimiento social. Más que en
ningún otro momento histórico, se demanda la presencia de un orientador profesional, docente, bien preparado
quien en su desempeño demuestre alta competencia; razón por la cual, el objetivo general trazado en la
investigación, se dirigió a indagar las principales variables que en la actual coyuntura legal y situacional, afectan
el ejercicio de la función del orientador, en los diferentes niveles educativos del país y como objetivos específicos:
1- Analizar la situación actual del ejercicio de la función del orientador. 2- Identificar factores que lo limitan y 3-
Formular propuestas de acción a diferentes plazos.
La fundamentación teórica del trabajo se configuró con leyes definidas en el ordenamiento juridico venezolano,
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV, 1999), la derogada Ley Orgánica de Educación
(LOE,1980) y la vigente Ley Orgánica de Educación (LOE, 2009). También se apoyó en fundamentos o premisas