ISSN-L: 0798-1015 • eISSN: 2739-0071 (En línea) - Revista Espacios – Vol. 42, Nº 21, Año 2021
ORTEGA K.M. & PINO S.L. «Impacto social y económico de los factores de riesgo que afectan la seguridad
ciudadana en Ecuador»
escala social, la posición precaria en el mercado de trabajo y defectos de socialización familiar y escolar” (Baratta,
2004).
1.1.2. Teorías Ecológicas
Con las investigaciones de académicos de la Universidad de Chicago, tales como Robert Park, el estudio del delito
adquiere un nuevo enfoque. La ciudad para Park es entendida como un hábitat en donde se produce una
“organización espontánea de la vida, y la población tiende por sí misma a segregarse, en virtud de sus intereses,
gustos y temperamentos” (Park, 1999). Por ende, “la influencia del entorno urbano, es responsable del aumento
del vicio y la criminalidad; la promiscuidad malsana y contagiosa en la que viven el indigente, el vicioso y el
delincuente hace que se reproduzcan indefinidamente” (Park, 1999).
Es decir, la urbe estimula la perdición de las personas porque constituye un espacio de desintegración moral,
además, lo que hace atractiva a la ciudad se debe a que tanto “el criminal, el vicioso, e incluso el hombre genial
puede encontrar la compañía de afines, de tal suerte que el vicio o el talento, tienen un clima moral para florecer”
(Park, 1999). La dinámica comercial y social de las urbes, modificaron las relaciones dentro de la familia causando
la ruptura de su autoridad, ya que “con el desarrollo de grandes ciudades (…), las viejas formas de control social
como la familia, el vecindario, etc., se han debilitado y su influencia ha ido disminuyendo” (Park, 2016).
Los problemas sociales como la delincuencia tienden a concentrarse en áreas específicas, “los denominados
"puntos calientes" o "zonas prohibidas", que tienen varias características estructurales en común, generalmente
se concentra en áreas de fuerte desventaja económica, exclusión social y pobreza” (Banco Mundial, 2011, pág.
29). Esta zona era conocida por los ecológicos como un área de deterioro, en el cual se encontraban los estratos
sociales más bajos, y en donde la presencia de familias disfuncionales y la delincuencia juvenil era más frecuente.
1.1.3. Teoría de la Anomia
Según esta teoría es la ausencia de normas lo que puede conllevar a un estado de detrimento social. No obstante,
es importante considerar la influencia de las clases sociales en una sociedad, ante todo porque “una estructura
de clases relativamente rígida, un sistema de castas, pueden limitar las oportunidades en una sociedad” (Merton,
1995, pág. 225). En este orden de ideas, la estructura cultural, “consiste en objetivos, propósitos e intereses
definidos, sustentados como legítimos por todos los individuos de la sociedad y al mismo tiempo define, regula
y controla los modos admisibles de alcanzarlos” (Merton, 1995, pág. 210).
Empero, los estratos sociales más bajos no tienen ni las mismas oportunidades, ni mucho menos los medios para
lograr esos fines, entonces se produce una disonancia, porque “la gran importancia cultural dado al éxito
pecuniario, más la limitación de la estructura social, genera una tensión hacia prácticas innovadoras que se
apartan de los medios institucionales” (Merton, 1995, pág. 228).En consecuencia, los incentivos a delinquir
aumentan conforme disminuyen las oportunidades.
En este contexto se produce un estado de anomia, porque “el equilibrio entre los fines culturalmente señalados
y los medios se hace muy inestable con la importancia cada vez mayor de alcanzar los fines cargados de prestigio
por cualquier medio” (Merton, 1995, pág. 225). En suma, la delincuencia es producto de “la pobreza y las
desventajas que los acompañan para competir por los valores culturales aprobados por la sociedad, en este caso,
el éxito pecuniario como meta predominante, el resultado normal son altas proporciones de conductas
delictuosa” (Merton, 1995, pág. 226).
1.1.4. Teoría de la Asociación Diferencial
El estudio de la delincuencia como un mal social, fue afrontado con un matiz diferente por el criminólogo y
sociólogo estadounidense Edwin H. Sutherland, en principios de criminología (1947) lo que daría origen a la teoría
de la asociación diferencial, en el que ligaba el florecimiento del crimen con patrones de comportamientos que