Espacios. Vol. 18 (2) 1997


Las empresas de base tecnológica: opciones para la región 1

The technological base enterprises: Options for Latin-America

Luis F. Marcano González 2 y Lorena García 3


RESUMEN

El examen de la evolución de la entidad empresarial en los últimos años es uno de los aspectos principales considerados en el presente trabajo. Se ha realizado un estudio documental del origen y evolución de la figura empresarial de nuevo tipo denominada en alguna literatura de difusión, empresa de base tecnológica. El conglomerado de este tipo de empresa ha recibido distintos nombres: parques tecnológicos o científicos, incubadoras de empresas, tecnópolis, etc. El objetivo del estudio ha sido indagar sobre los antecedentes, origen y formas concretas que ha asumido esta modalidad empresarial en el mundo industrializado, de manera de extraer las lecciones y proponer un programa de estímulos de ampliación de la base empresarial vía la creación de este tipo de empresa en la región latinoamericana. Se presentan los objetivos básicos de un programa de ampliación de la base industrial a través de la creación de conglomerados de empresas de base tecnológica. Las estrategias de desarrollo global es otro aspecto que se destaca en este punto. El papel del Estado, los detonantes de la innovación y la importancia de la localización y la dimensión temporal en estos programas, son también puntos aquí analizados. Para finalizar, en el trabajo se proponen opciones y acciones de políticas a desarrollar en la región para estimular la aparición y expansión de las empresas de base tecnológica. Entre estas políticas se destacan: la necesidad de poseer una estrategia de desarrollo económico clara, de largo plazo, basada en las ventajas propias, con una infraestructura adecuada, aprovechando las condiciones locales y regionales de cada país.

ABSTRACT

A documentary study has been conducted on the origin and evolution of the new type of entrepreneurial figure labeled in the milieu as technological based enterprise. The conglomerate of enterprises of this type has received different names as technological or scientific parks, enterprise breeders, technopolis etc. The scope of this study has been to research on the background, origin and concrete shape that this enterprise pattern has achieved in the industrialized world, in order to harness the knowledge and propose a program to stimulate the spreading of the enterprises basis with the purpose to establish this type of enterprises in the Latin-American region. The basic targets are presented for an spreading program of the industrial base through the creation of conglomerates of technological base enterprises. The strategies of global development, the nation state roll, the innovation triggers and the importance of the location and the time span dimension of these programs are also analyzed. To conclude, there is a proposal for policy actions to be promoted in the region to stimulate the upsurge and expansion of the technological base enterprises.

Contenido


I. Introducción

Con el nombre de empresas de base tecnológica se denomina en forma genérica un nuevo tipo de empresas de la etapa más reciente del desarrollo industrial en el mundo moderno. Esta denominación engloba múltiples interpretaciones. No se puede decir con propiedad que detrás de este concepto se defina algo homogéneo y con características particulares. Esta es una de las principales dificultades al aproximarse al estudio de este tema. La aproximación que se tendrá en este análisis, sobre la factibilidad del desarrollo de esta figura en Latinoamérica, se hará desde varios enfoques. El propósito es ubicarse en el contexto adecuado de aparición de esta modalidad empresarial.

A lo largo de su historia las sociedades humanas han desarrollado distintas formas de producción de bienes y servicios. Hoy, la denominación genérica de la forma dominante de producción es la de sistema capitalista. La génesis de este sistema data ya de varios siglos, pero sus hitos más destacados comienzan a reseñarse a partir de la Revolución Industrial, durante la segunda mitad del siglo XVIII.

La expansión y evolución de este sistema ha originado en cada uno de los entornos donde ha prosperado múltiples características. Los estudiosos del tema han propuesto diversas teorías. Desde el siglo XVIII, con la aparición de la Economía Política en Inglaterra y en Francia, se han abordado distintos tipos de análisis sobre el crecimiento de la riqueza de las naciones, como señalaba Adam Smith en su obra fundamental. Desde esos tiempos y hasta el presente, múltiples han sido entonces las aproximaciones para comprender la dinámica de esta forma de producir bienes y servicios en la mayoría de los países del mundo entero.

Sin embargo, lo que parece ser constante en casi todos los análisis es que este sistema vive en permanente crisis. Para unos, los que se oponen ideologicamente al sistema capitalista, detrás de estas crisis se encuentran las razones que llevarán a su desaparición. Para otros, quienes lo defienden, ellas son la expresión de los síntomas de la capacidad que tiene el sistema para renovarse de forma continua y de nutrirse de manera periódica.

Con la aparición de la microelectrónica y la informatización -del microprocesador en los EE.UU.- y de un nuevo modelo de organización de la empresa -en Japón-, a mediados de la década de los setenta de este siglo, se inaugura un nuevo ciclo de capitalismo y la aparición de un nuevo patrón tecnológico mundial (Pérez, 1986). La producción flexible, la microelectrónica, la aparición de redes y las economías de especialización, son los rasgos fundamentales de esta transición. Lo que se ha dado por llamar globalización, la lucha por la liberación de los mercados, la redefinición del papel del Estado, son los aspectos socio-institucionales de esta nueva etapa.

Por tanto, la denominación de empresas de base tecnológica es un término que se refiere al nuevo tipo de empresas que se ha venido desarrollando en la transición al nuevo ciclo del sistema capitalista a nivel mundial. Son empresas inscritas en el nuevo modelo o paradigma tecno-económico. Nuevas empresas que aprovechan la microelectrónica y la informática como factor clave para desarrollar sus mercados. Nuevas empresas que se basan en el dominio intensivo del conocimiento científico y técnico para mantener su competitividad 4.

Esta nueva figura se expresa, incluso, en una forma física de aglomeración urbana. Es lo que se ha dado por llamar los parques tecnológicos, las incubadoras de empresas, o para decirlo en otras palabras las ciudades de la ciencia o tecnópolis.

Desde hace ya algunas décadas la figura es conocida en los países desarrollados. El Silicon Valley, en California, o la Ruta 128 en Boston, ambos en los EE.UU., son antecedentes importantes de la expresión de las nuevas minas y nuevas fundiciones de la economía informacional. Desde finales del siglo pasado Edison ya había enunciado el concepto de "fabricas de inventos"; es decir que podemos encontrar antecedentes conceptuales hace ya más de cien años. No obstante, en el caso de los EUA, lo que en un inicio surgió como una manifestación espontánea de un nuevo tipo de industrialización, desde la última década se ha convertido en la nueva modalidad y referencia de intervención del Estado en la economía. A tal punto que para Japón, por ejemplo, el uno de los asuntos más importantes, considerado de Estado para los primeros años del próximo siglo, es el relativo a la innovación científica y tecnológica. Son de este país los esfuerzos más importantes en planificar desde el propio Estado este nuevo tipo de desarrollo industrial (Freeman 1993).

Nos proponemos entonces en el presente artículo a partir de la indagación sobre los antecedentes, origen y formas concretas que ha asumido la modalidad empresarial en el mundo industrializado, extraer las lecciones y proponer un programa de estímulos de ampliación de la base empresarial vía la creación de este tipo de empresa en la región latinoamericana. Se examinaran para ello cuáles son las condiciones necesarias para delinear una política que permita la creación de este nuevo tipo de conglomerados. Se fijaran los objetivos de desarrollo de este tipo de empresas o conglomerados de empresas. Se analizará la conveniencia de utilizar esta modalidad empresarial como instrumento de reindustrialización de algunos países de la región, así como para utilizarlo apoyo de aquellas localidades más deprimidas. O, en fin, como instrumento para desarrollar ambientes o medios innovadores.

II. Lecciones de las experiencias de empresas de nuevo tipo en el mundo industrializado

En los países industrializados las empresas de base tecnológica o lo que se han dado por llamar de alta tecnología -high tech-, están intrínsecamente vinculadas al desarrollo de las diversas experiencias internacionales de parques tecnológicos, científicos, incubadoras de empresas y tecnópolis.

De acuerdo con la experiencia de estos países en la creación de empresas de alta tecnología o de base tecnológica, intervienen dos tipos de factores. Por un lado, las características personales de los participantes de estas iniciativas: espíritu empresarial, don de liderazgo, alta formación tecnológica y profesional, rasgo por demás ya puesto en evidencia por el economista Schumpeter (1976) en la primera mitad del presente siglo. Todo ello, unido a situaciones de la vida profesional (apoyo de socios, amigos, problemas en el trabajo, etc.). Por el otro, condiciones asociadas a las oportunidades del mercado: factibilidad del negocio, acceso a información, a tecnología y al financiamiento. Este último, constituye un componente clave, en especial durante las primeras fases de este tipo de empresas. Es decir, que es necesario la existencia de un ambiente adecuado, el ambiente innovador, para que este tipo de iniciativas aparezcan.

Estos factores están soportados de modo determinante por la vinculación de los emprendedores de este tipo de empresas a universidades de excelencia, motivadas a la difusión y a la explotación comercial de los conocimientos generados por sus investigadores. A ello se agrega una infraestructura de soporte y de apoyo local en determinadas áreas geográficas, las cuales crean las condiciones de logística, servicios y comunicación, para la consolidación y multiplicación de este tipo de empresas.

Como lo señalan Castells y Hall (1994), de las experiencias de diversa índole, tanto de países industrializados -USA, Europa Occidental y Japón-, como de los países de más reciente industrialización, las empresas de base tecnológica, en la práctica, se han constituido en el foco central de un nuevo proceso de industrialización del nuevo paradigma tecno-económico tal como define Peréz (1991) .

La descripción de las diversas experiencias internacionales sobre empresas de base tecnológica, así como de otras denominaciones (parques tecnológicos, incubadoras de empresas, ciudades de la ciencia o tecnópolis), pasa necesariamente por una caracterización o tipología de los diversos tipos de experiencias.

De acuerdo con el carácter y/o origen de las iniciativas podemos aproximarnos a la siguiente categorización:

1. La existencia de un líder promotor apoyado en una base científica de centros de I & D consolidados, vinculados a universidades de reconocida trayectoria, en especial, en investigación científica y tecnológica.

2. Existencia de una deliberada política gubernamental para el establecimiento de parques, tecnópolis u otras modalidades. Es decir, de conglomerados destinados a servir de sede de este tipo de empresas.

3. Apoyo a la generación semiespontánea de iniciativas por parte del sector público y privado de empresas de base tecnológica.

II.1 Lecciones de las experiencias de los países industrializados

De la nueva forma de industrialización descrita en los distintos ejemplos analizados, se pueden extraer algunas lecciones útiles para la región latinoamericana. Expondremos a continuación algunos de los rasgos comunes a todos los casos analizados. Sin embargo, debe quedar claro que no existe una fórmula general que pueda garantizar el éxito de un proyecto de empresas basado en la tecnología. Lo que sí es importante resaltar es que esta modalidad empresarial sostendrá los cimientos de la estructura industrial de las economías con dominio de la información del próximo siglo. Veamos, entonces, a continuación lo que podemos aprender de los casos descritos.

El papel del Estado

Lo que muestran los diferentes casos analizados es la intervención constante del Estado en diferentes formas, tanto central como local. Intervención que se ha realizado de diversas formas y con diferentes grados de éxito. Si bien la participación del Estado en el estimulo de estos programas es más evidente en los países como Japón, Taiwan o Corea del Sur, también es aparece con sus propias carácteristicas en los países avanzados de Europa y Norteamérica, donde los gobiernos nacionales y locales han respaldado los proyectos de alta tecnología por razones de prestigio nacional, de defensa o económicas, lo que es común en la mayoría de los casos.

Esta intervención del Estado se centra en su capacidad para fomentar la I & D. Bien por el alto riesgo que esta actividad ímplica o por hacerse a una escala demasiado grande. Las modalidades de intervención del Estado corresponden, entonces, al interés fundamental del país, tanto en lo económico como en otras áreas de importancia colectiva (la defensa nacional, la carrera espacial, la protección del ambiente, la salud, etc.).

El papel del Estado, sin embargo, no es suficiente. Se agrega a ella la existencia de un empresario que se convierta en promotor y protagonista de nuevo tipo de empresa. Un empresario que conozca el valor que tiene el conocimiento, en particular el científico, en la generación de beneficios; es decir; en la generación de capital.

Las universidades como generadoras de tecnología

Otro aspecto de importancia relevante en los casos presentados, es el papel decisivo que ha jugado la institución universitaria en la generación de los conglomerados de empresas de base tecnológica. Se debe ser muy preciso en esta afirmación. Ella no se refiere a las universidades en forma genérica. Más bien de lo que se trata es de un tipo de universidad: aquella que por su trayectoria ha logrado desarrollar un conjunto de vínculos con el desarrollo industrial apoyándose en su capacidad innovadora que tiene su origen en la investigación científica y tecnológica realizada en su seno.

En los países industrializados, la relación que se ha establecido entre la institución universitaria y el mundo industrial ha sido, en la mayoría de los casos, iniciativa y necesidad de los propios empresarios, como muy bien lo ha señalado Drucker (1993). Esto es importante ya que demuestra una actitud de los empresarios característica de aquel sujeto que considera al conocimiento como fuente y generador de capital.

Las universidades juegan, por tanto, tres papeles en el desarrollo de nuevas capacidades industriales basadas en la alta tecnología. El primer y más importante papel es el de generar nuevo conocimiento científico, tanto básico como aplicado. En las economías cuyo factor clave es la informática, estas universidades se convierten en las productoras del insumo más importante: la información. En este sentido, estas instituciones tienen la ventaja sobre los centros de investigación (tanto públicos como privados) de ser difusoras del conocimiento y de la información a través de sus egresados. Esto constituye, por tanto, el segundo papel que juegan estas instituciones: la formación en cantidad y calidad de científicos, ingenieros, técnicos y administradores, necesarios para el crecimiento de los centros industriales tecnológicamente avanzados. Por último, las universidades juegan un tercer papel: actúan directamente como empresas apoyando el proceso de transferencia de sus resultados de investigación creando una red de empresas industriales y de nuevos negocios.

Por otro lado, se puede argumentar que no necesariamente tiene que ser la universidad la que juegue el rol indicado, sino más bien la capacidad de investigación científica y tecnológica, concentrada en centros o laboratorios independientes.

La financiación, una nueva institución: el capital de riesgo

Lo que demuestra la totalidad de los casos examinados es algo conocido a lo largo de la historia: las industrias innovadoras deben ser alimentadas con capital. Esto ha sido constatado en todos los casos de éxito industrial en el pasado y ahora se convierte en una necesidad de ineludible resolución. El volumen de crecimiento de las actividades de las nuevas empresas ha generado una nueva modalidad de financiación que ha crecido con estos nuevos conglomerados: el capital de riesgo. Esta figura comienza a destacar desde el caso del Silicon Valley, como muy bien lo señala Mahon (1986). En los países industrializados y de reciente industrialización, el fenómeno actual posee un rasgo particular: el capital de riesgo va hacia donde ya existe la industria de alta tecnología. Lo que parece ser una constante es que el éxito llama al éxito.

La organización social

La innovación tecnológica no es simplemente una mezcla o el resultado de colocar información, personal altamente calificado y capital de riesgo, como los factores de producción de las industrias de base tecnológica, hace falta la sinergia. Esta depende de la organización social y del apoyo institucional. Se necesitan redes sociales de información y el apoyo de una cultura empresarial proclive a la innovación. Esto no se construye de la noche a la mañana. Este ambiente social es un proceso largo en el tiempo y no existen recetas aplicables en forma genérica para obtenerlos. Las redes sociales de información son verdaderos elementos esenciales en la generación de innovación tecnológica y la columna vertebral de la organización social de todo lugar innovador.

El papel decisivo del tiempo

Es obvio que todos los casos descritos anteriormente no se han construido en un día. En el mejor de los ejemplos el lapso más corto para obtener resultados ha sido de diez años ( en el Reino Unido). En los casos más ambiciosos (Japón, p.e.) ha llevado períodos de veinte, y con seguridad de treinta años y más, antes de que se puedan evaluar los impactos esperados. Esto permite afirmar que en la mayoría de los casos, cuando se emprende una iniciativa de este tipo, es necesario esperar entre quince y veinte años para constatar algún impacto evidente. Para utilizar un símil ilustrativo, se puede afirmar que la escala de evaluación de estos proyectos es más bien la de las obras de infraestructura de larga duración como pueden ser los aeropuertos o las carreteras. Lo que es importante destacar es que una vez iniciado el proceso no vale la pena detenerlo ya que en el peor de los casos lo menos que se puede obtener es una mayor capacidad de la sociedad para innovar en la generación de los bienes y servicios intensivos en conocimientos.

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1. El presente trabajo forma parte de una investigación financiada por el Sistema Económico Latinoamericano (SELA).

2. Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción -IDEC- Universidad Central de Venezuela. Dirección: Apartado 47.893, Caracas, 1041-A, Venezuela. Teléfonos: (58 2) 6052046/2030/2031; 6629995/5684. Fax: (58 2) 6052048.

3. Comisión Latinoamericana de Ciencia y Tecnología (COLCYT). Teléfono: (58 2) 9537954/5806. Fax: (58 2) 9536285.

4. Para efectos de la caracterización de este tipo de empresas utilizaremos a C. Pérez (1986), quien señala que la empresa de nuevo tipo posee rasgos característicos del nuevo paradigma tecno-económico: a) Tendencia a aumentar el contenido de información en los productos; b) Mayor capacidad de incorporar nuevas trayectorias en la mejora de los productos tradicionales, generando nuevos desarrollos de forma incremental; c) Los requerimientos e insumos materiales del nuevo tipo de empresa, constituyen una fuente motora de innovaciones radicales; d) En el nuevo tipo de empresa la flexibilidad constituye la óptima práctica productiva; e) La especialización de los equipos, permite modificaciones más rápidas en los planes de producción, altísimos niveles de eficiencia en la fabricación de productos distintos, diversos modelos y volúmenes variables; f) Es característico en este nuevo tipo de empresa, el ahorro de energía y materiales, el reciclaje y la diversificación; g) El nuevo tipo de empresa, tiene un mayor dinamismo tecnológico, pudiendo integrarse el diseño al proceso productivo; h) Otro rasgo característico del perfil de la nueva empresa, es la adaptación de la producción a la demanda, desarrollándose las condiciones para que la diversidad de la propia demanda multiplique la oferta de productos, y la posibilidad de inversión "aguas abajo" abriendo nuevos mercados, y "aguas arriba" en el diseño de equipos, componentes y factores motrices de crecimiento; e i) La empresa basada en conocimiento tiene también un nuevo esquema organizativo, en el cual la organización tiende a una red integrada de procesos, con marcado énfasis en las conexiones y en los sistemas de interacción y orientada a la coordinación tecno-económica global.

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Vol. 18 (2) 1.997
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