Espacios. Vol. 18 (2) 1997

El componente tecnológico de la competitividad industrial: Un reto de la empresa y de los centros de investigación y desarrollo 3/4

The technological component of the industrial cmpetitiveness: A challemge of companies an R&D centers

Benito Sánchez, María A. Cervilla, Paúl Esqueda y Angel Díaz


¿ Cómo mejorar la competitividad de las empresas de los sectores conexos a la industria petrolera?

Ante la pregunta: "¿Qué puede hacer la empresa para mejorar su competitividad?", sólo unos pocos de los gerentes entrevistados mencionaron planes concretos; otros señalaron lo que creen que "debería hacerse" pero que no se esta haciendo. Entre los aspectos mencionados se encuentran: inversión en entrenamiento; implantación de programas de mejoramiento de calidad; mejoras de productividad; mejoras en los tiempos de producción; realización de programas de mantenimiento; aseguramiento de calidad "aguas arriba"; etc. Sin embargo, para superar las brechas existentes no es suficiente con que las empresas emprendan acciones aisladas; el camino hacia el desarrollo de capacidades tecnológicas requiere de la formulación de una estrategia deliberada de aprendizaje.

Los nuevos enfoques de innovación y competitividad 14 destacan la importancia de los procesos de aprendizaje dentro de la empresa. Las empresas aprenden utilizando diversas vías y cada una de ellas conlleva a mejoras en su "stock" de conocimientos y de capacidades tecnológicas, lo que a su vez genera un rango de trayectorias de avance tecnológico y no una simple reducción promedio de costos. Sin embargo, en este punto es importante destacar que los procesos de aprendizaje nunca son automáticos sino que requieren de una inversión específica de recursos de distinta calidad y magnitud (Viana y Cervilla, 1997).

Las capacidades tecnológicas que se crean y desarrollan en la empresa se complementan de manera importante con otras capacidades existentes en el entorno, ya que la empresa individual no constituye la única fuente de innovación y cambio técnico sino que este surge de una compleja estructura de interacciones entre empresas y entre éstas y las diferentes instituciones que conforman el llamado "sistema de innovación" (SNI), constituido por: cadenas productivas, universidades, centros tecnológicos, firmas consultoras, gremios empresariales, sindicatos, el sistema financiero, todos ellos agentes relacionados con el progreso técnico. El SNI constituye un modelo interactivo de creación y uso de conocimiento en el que participan los diferentes agentes que tienen que ver con el desarrollo tecnológico y sus vínculos con la producción, a través de un proceso permanente de búsqueda de la competitividad (Lundvall, 1992).

Aunque la empresa es entendida como el agente primario del cambio tecnológico, debe mantenerse presente que su efectividad requiere de una variedad de vínculos tanto internos como externos. Debido a que el cambio técnico rebasa las fronteras de las empresas individuales y dado que la innovación se convierte en un proceso dinámico que involucra la cooperación de agentes muy diferentes en distintos puntos del tiempo, la gerencia de la innovación como un proceso social de aprendizaje requiere del desarrollo y mantenimiento de interacciones complejas con los proveedores, clientes y usuarios y con la infraestructura local de ciencia y tecnología. Así, los requerimiento de las empresas para superar las brechas competitivas tienen importantes implicaciones para el diseño de la política industrial y, en particular, para la estrategia a adoptar por los centros de capacitación y de desarrollo tecnológico. En este sentido, el conocimiento de las características de las empresas representa una oportunidad para las organizaciones de apoyo para adecuar su oferta de servicios a las necesidades existentes en el sector productivo según el perfil competitivo observado.

¿Cuál es el papel de las organizaciones de apoyo?

Las organizaciones que conforman la infraestructura de apoyo científico tecnológica: universidades, centros de desarrollo tecnológico, centros de capacitación y desarrollo de recursos humanos, constituyen "agentes innovadores indirectos". Diferentes experiencias a nivel internacional indican que su éxito ha sido el producto de una combinación de sus propias capacidades y destrezas con un adecuado entorno industrial y de política tecnológica.

Las instituciones de apoyo a la innovación deberían desempeñar un papel relevante en el aumento de la competitividad de las empresas de los sectores conexos de la industria petrolera, pero no meramente como infraestructura de soporte en servicios de pruebas y análisis, o en asistencia técnica y consultoría en métodos modernos de gerencia y producción (actividades en las que han puesto el mayor énfasis), sino a través de la gestión tecnológica: actividades de negociación de tecnología, acuerdos de asistencia técnica, contratos de "know how", licenciamiento de marcas y patentes, etc. En el área de gestión tecnológica también se encuentran los servicios de planificación estratégica y tecnológica, incluyendo diagnósticos de la posición tecnológico - competitiva de las empresas y la búsqueda sistematizada de oportunidades de nuevos productos y negocios. Mediante la prestación de servicios de planificación estratégica y tecnológica las instituciones de apoyo deberían estar en capacidad de responder a las siguientes interrogantes relacionadas con las tecnologías de sus clientes: ¿en qué medida la tecnología es relevante para el éxito de los negocios del cliente?; ¿cuáles son las tecnologías críticas para el éxito continuado de los negocios?; ¿cuál es la fuente y en qué condiciones se pueden obtener las tecnologías requeridas?; ¿sobre qué tecnologías habría que concentrar los esfuerzos en investigación y desarrollo?; ¿qué nuevas opciones estratégicas pudieran generar estas tecnologías para el cliente?.

Existe una amplia gama de actividades para la transferencia de conocimientos desde las instituciones de apoyo hacia las empresas. La Figura 10 muestra un espectro de actividades que fluye desde el conocimiento acumulado (en el extremo izquierdo), pasando por el tácito, tal vez el tipo de conocimiento más difícil de transferir, hasta aquél incorporado en invenciones y desarrollos en el extremo derecho. Las actividades que implican la transferencia de conocimiento acumulado son consideradas "actividades tradicionales", mientras que aquéllas con un alto grado de conocimiento incorporado están más asociadas con "actividades comerciales". En el eje vertical, las diferentes actividades se ubican de arriba hacia abajo de acuerdo con su frecuencia y el riesgo percibido (Cervilla, 1997).

Figura 10.
Actividades de transferencia de conocimiento

Fuente: Adaptado de Solleiro y López (1993). Tomado de Cervilla (1997)

Por otra parte, las características del entorno plantean nuevas necesidades de apoyo al sector productivo en lo que se refiere a la transferencia de tecnología mediante acuerdos de colaboración y alianzas estratégicas con otras empresas, las cuales demandan conocimientos y habilidades que deben ser en primer lugar desarrollados por las instituciones de apoyo a fin de poder transferirlos a la industria.

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14.Ver Dosi y otros (1988), Freeman (1982), Nelson y Winter (1982) para un amplio análisis del enfoque "evolucionista".

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