Espacios. Vol. 11 (1) 1990

Editorial

C
alidad, productividad, competitividad, tecnología, innovación, mercado, constituyen palabras claves que identifican el discurso de la llamada “Reconversion Industrial”. Las empresas venezolanas deben hacer grandes esfuerzos para que, en el menor plazo posible, produzcan bienes y servicios que satisfagan las necesidades del mercado nacional y/o internacional. Deben mejorar sus estandares de calidad, reducir sum costos y elevar su productividad. Esto es lo que está planteado (en el discurso oficial) y a tal efecto se articulan y ponen en práctica politicas a fin de promover dicho proceso.

La “Reconversion Industrial se nos presenta como un complejo y complicado proceso que implica cambios profundos, no solo en la infraestructura física de las industrias sino en los métodos, conductas y estilos empresariales y en particular sobre la forma de abordar el hecho tecnológico por parte de nuestros empresarios.

Se ha supuesto que en la medida en que se vaya desenvolviendo el proceso de “Reconversión las exigencias del mercado internacional irán senalando necesidades concretas de apoyo tecnológico (servicios técnicos, información, asistencia técnica, investigación y desarrollo). El “dominio tecnológico” se convertirá en el objetivo a lograr, en el menor plazo posible, por parte de la industria. Seguido de estos supuestos se reconoce que en el país no existe una capacidad de manufactura desarrollada que permita, a partir de nuevas ideas, de información proveniente de patentes o haciendo use de la “copia” o ingenieria en reversa, crear una corriente significativa de innovaciones. Por to tanto, la industria venezolana seguirá proveyendose, en buena medida, de tecnologias generadas en otras latitudes. Es decir, seguira comprando tecnologías ya “masticadas” o dicho de manera más elegante, tecnologías en la forma de maquinarias y equipos, procesos y productos, lo cuál limita el logro de posibles ventajas competitivas.

Es cierto que la tecnología por sí sola no es suficiente para generar competitividad, se requiere de un ambiente o entorno económico favorable y de la incorporación de innovaciones organizacionales en la empresa que creen condiciones para producir más y mejor, pero en Venezuela lo que Ignacio Avalos llama “el sistema nacional de innovacion, es decir, el aparato  organización institucional que permite juntar distintas capacidades a los fines de hacer posibles los procesos de innovación, es muy incipiente y presenta serias desarticulaciones y vacios.

En respuesta a la poco luminosa situación descrita arriba se espera un esfuerzo importante de parte de las empresas y del país en su conjunto para desarrollar destrezas en el manejo de ciertas tecnologías y capacidad para asimilar, adaptar y mejorar otras.

Lo anterior significará un acercamiento necesario del sector empresarial a las instituciones académicas, formadoras de recursos humanos y con capacidades y destrezas para la comprensión y generación de nuevos conocimientos, asi como también un acercamiento hacia los centros de investigación industrial cuya vocación, estructura y organización estan orientadas y llamadas a convertirse en el soporte tecnológico del desarrollo industrial y base de la “Reconversión industrial.

Pero, con que cuenta el país en materia de Investigación Industrial para llevar adelante el reto que significa la “Reconversion industrial? Según lo que nos senalan algunos de los artículos que integran este número, lo que tenemos no es mucho. Contamos con un aparato de investigación industrial de reciente aparición y si hacemos abstracción de INTEVEP y del FONAIAP, y de los grandes núcleos de I & D del país, nos encontramos con un grupo de centros pequenos, nuevos y con serias restricciones en cuanto a recursos humanos y financieros. Fortalecer estas unidades, crear nuevos centros de I & D en aquellos sectores de importancia estratégica para el país y promover la vinculación y participación de los centros de I & D en el proceso de “Reconversión industrial, sera garantía de éxito para el desarrollo industrial de la nación. El sector privado y el Estado venezolano tienen en sus manos esta posibilidad.

El Comité Editor


Vol. 11 (1) 1990
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