Espacios. Vol. 8 (1) 1987. Pág 11

Estrategia de desarrollo tecnológico para el complejo productor de bienes y servicios de capita

Leonardo Vivas. (Consejo Nacional para el Desarrollo de la Industria de Bienes de Capital)


II. LAS GRANDES ORIENTACIONES

En virtud de las características intrínsecamente tecnológicas de los bienes y servicios de capital (ver anexo), la estrategia tecnológica para el complejo deberá incidir en los esfuerzos que se llevan a cabo para perfilar las rutas de especialización industrial del país.

En esta sección se propone una visión sucinta de hacia dónde debe avanzar el complejo de bienes y servicios de capital visto en su conjunto y del tipo de orientaciones de índole tecnológico que deberán propiciarse para alcanzar tal desarrollo. Esta visión global, suerte de imagen objetivo de la estrategia tecnológica, se complementa en la siguiente sección con objetivos de mediano y largo plazo y con un conjunto de acciones específicas.

1. Perfil general de la ruta a seguir.

El desarrollo de los bienes y servicios de capital, tanto en países desarrollados como en países en vías de desarrollo, ha estado basado en el máximo aprovechamiento de economías de especialización. Ello ha permitido que países medianos hayan alcanzado una mayor articulación industrial y la captura de nichos de mercado muy precisos. En el caso de Europa, países de tamaño intermedio y pequeño como Bélgica, Suecia, Finlandia e incluso Islandia,. lograron desarrollar niveles de competitividad en equipos e instalación de plantas completas para segmentos de mercado muy específicos, bien fuera porque estaban destinados al procesamiento industrial de recursos naturales que les garantizaba ventajas comparativas absolutas (equipos y tecnología de pulpa y papel en Finlandia) o porque desde un inicio se realizaron importantes esfuerzos de desarrollo tecnológico (telecomunicaciones y electrónica en Suecia). (1)

En el caso de países en vías de desarrollo que lograron una entrada importante a los mercados internacionales de bienes y servicios de capital, hasta ahora la tendencia predominante ha consistido en una cobertura amplia de mercados, antes que una fuerte especialización (2). Es claro que se trata de países grandes o muy grandes (Corea del Sur, Brasil, India), lo que difícilmente justifica un esquema de nichos de mercados muy puntuales.

Venezuela, por sus dimensiones de mercado interno o por la estructura de costos relativos que ha predominado en su desarrollo industrial anterior, difícilmente se ajusta a una estrategia de mercados amplios y de gran diversificación. Más bien la orientación a seguir deberá consistir en una especialización relativamente grande basada en el aprovechamiento de dos órdenes de recursos. Por una parte los recursos naturales, cuya explotación y transformación se encuentra en pleno desarrollo en el país, aunque sin cubrir todavía fases más avanzadas de transformación industrial; por la otra, el desarrollo de capacidades tecnológicas (en diseño de equipos, paquetes y procesos y tecnologías organizativas a nivel empresarial) basadas en el uso óptimo de los recursos humanos de alta calificación que se han generado y especializado en los últimos quince años.

El aprovechamiento de ventajas de especialización y la consecuente generación de experticia y dominio tecnológico pasa por definir áreas muy particulares en las industrias básicas o de transformación que presenten ventajas competitivas en el largo plazo y que, a su vez, potencien las capacidades que se vayan desarrollando en el diseño de procesos, paquetes y equipos.

La definición de tales áreas de especialización y el establecimiento de sistemas de oferta de equipos, paquetes y asistencia técnica articulados en torno a ellas, puede establecerse en base a dos criterios. Por un lado las tendencias en la demanda interna de equipos a partir del comportamiento estimado de la inversión; por el otro, la factibilidad técnica y económica de avanzar en el desarrollo de ciertos mercados con el respectivo apoyo tecnológico que permitan maximizar bien sea ventajas naturales, de recursos humanos o ambas.

2. Tendencias en la inversión y en la demanda de bienes y servicios de capital

CONDIBIECA ha estimado que las tendencias de crecimiento industrial en el período 1985 1988 son moderadas (3), lo que permite suponer que no se producirá una dinamización del sector de bienes y servicios de capital en base a una fuerte expansión de la inversión, estimándose el surgimiento de requerimientos significativos de inversión neta sólo a finales de esta década.

Por otra parte, el comportamiento de la inversión muestra variaciones de importancia en su composición subsectorial interna y, por ende, en el patrón de demanda de bienes y servicios de capital. En la corta historia de la industria de bienes de capital en el país, la influencia del sector petrolero ha sido determinante pues ha contribuido a conformar una masa crítica de demanda en equipos de usó industrial generalizado (bombas, calderas, válvulas, tuberías) y en paquetes industriales recurrentes (generación de vapor, calentamiento, enfriamiento, etc.), la cual ha servido de núcleo dinámico en el establecimiento de una importante capacidad nacional. Ahora bien, de acuerdo a las estimaciones de CONDIBIECA citadas anteriormente, la participación relativa de la industria petrolera en la demanda agregada de bienes y servicios de capital ha tendido a disminuir a partir de 1983, especialmente a partir del redimensionamiento de los planes de explotación de la Faja del Orinoco. Esta tendencia se ve reforzada por el debilitamiento de los mercados petroleros y, eventualmente, a partir de la profundización de la política de internacionalización que supone canalizar inversiones hacia otros países con el objeto de defender mercados o capturar otros nuevos.

Aparte de la industria petrolera, el resto de las empresas del sector publico ha sido hasta el presente un factor fundamental en el fortalecimiento del complejo de bienes y servicios de capital. Por ello, la disminución relativa del sector petrolero en las condiciones actuales de relativa estabilización dé la inversión pública, permite diversificar el núcleo dinámico al aumentar el peso de otros sectores (electricidad, telecomunicaciones, industria de procesos) y al aumentar también la participación de la oferta nacional en la satisfacción de esa demanda.
El panorama general de la inversión en el sector de empresas públicas se muestra en el cuadro 1., el cual presenta una evolución estimada de los desembolsos de inversión entre 1986 y 1988.

CUADRO I
INVERSIONES ESTIMADAS EN EMPRESAS DEL ESTADO: 1986 1988
(MILLONES DE BOLIVARES)


(1) Ver F., Fajnzylber, “Industrialización y mercado internacional de bienes de capital”, ONUDI, 1980.
(2) Véase L., Vivas P. “Bienes de capital et développement: les cas de Vénézuéla et les nouveaux pays industriels”. Tesis de Doctorado Nanterre, Francia, 1986.
(3) E. Troncoso, “Escenario de demanda de bienes de capital a nivel macroeconómico” (1985 1988) CONDIBIECAIONUDI. 1984.

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