Espacios. Vol. 27 (3) 2006. Pág. 19

Innovación tecnológica en Argentina: Uso del sistema de patentes

Technological innovation in Argentina: Use of the system of patents

Hugo M. Rodríguez


8. La titularidad de las patentes

Otro enfoque sobre el uso que se hace de las patentes es analizar la titularidad de las mismas. Las patentes se tramitan ante las oficinas públicas de patentes, las que generalmente exigen –entre otras cosas- la identificación del solicitante, a quién se considerará el titular de los derechos, que puede ser tanto una persona física como una persona jurídica, pero también exigen la identificación del inventor, que necesariamente debe ser una persona física y que puede o no coincidir con el titular. La identificación del inventor no es exigible en la ley argentina pero sí en la ley norteamericana. Esto significa que cuando una solicitud de patente en Argentina tiene como titular a una persona física, generalmente se presume que se trata de inventores individuales o de titulares de PyMEs –que suelen patentar a nombre de sus socios-. Cuando se trata de empresas grandes o más organizadas generalmente es la empresa la que asume la titularidad de las patentes, dado que éstas constituyen un importante activo de la misma. A la inversa, en el caso de las patentes norteamericanas, cuando la misma no menciona al titular (asignee), ello lleva a presumir que el inventor o los inventores –que en dicho país siempre figuran en la patente- son también los solicitantes, es decir los titulares de la misma.

En el siguiente análisis he consolidado el conjunto de patentes obtenidas en Estados Unidos en el período 1990-2005 –con prioridad argentina y de inventores argentinos (solos o con inventores de otras nacionalidades)- con la finalidad de investigar el carácter de los titulares de dichas invenciones, procediendo a tipificar a los mismos del siguiente modo: a) empresas argentinas privadas, b) empresas y universidades extranjeras, c) organismos científico-tecnológicos (OCT s) y empresas públicas argentinas, d) el estado norteamericano y e) personas físicas. En los casos de titularidad compartida por distintos tipos de titulares hemos supuesto el fraccionamiento imaginario de la patente, adjudicando una fracción idéntica a cada titular. El Cuadro 6 reúne esta información y la figura 18 muestra la distribución porcentual de la cantidad de patentes obtenidas, también según el tipo de titular.

Cuadro 6
Distribución de patentes en US según tipo de titular

Tipo de titular
Cantidad de titulares
Cantidad de patentes
A
66
11.7%
103
14.7%
X
113
20.0%
202
28.9%
XN
1
0.2%
8
1.1%
P
380
67.4%
383.5
54.8%
AP
4
0.7%
3.5
0.5%
Totales
564
700

A: Empresa argentina privada P: Persona física
X: Empresa/universidad extranjera XN: Estado Norteamericano
AP: Empresa pública/OCT argentina
Fuente: USPTO

Figura 18
Distribución de la cantidad de patentes en EEUUsegún tipo de titular (%)

Se destacan los siguientes hechos:

1) La alta participación que en ambos casos representan las personas físicas en el conjunto, que como dijimos se corresponden con PyMEs o inventores individuales;
2) La alta participación –también en ambos casos- que representan las empresas y universidades extranjeras (el segundo tipo de titular en importancia);
3) La moderada participación de empresas privadas argentinas (a ellas corresponde sólo una de cada siete patentes);
4) La casi nula participación de los OCTs y empresas públicas argentinas, tan es así que hay más del doble de patentes de propiedad del estado norteamericano que patentes de propiedad de este grupo de titulares.

Para entender mejor lo que significan estas observaciones, debemos vincular el patentamiento con el gasto que los países hacen en investigación y desarrollo (tanto las empresas como el sector público). Existe una fuerte correlación entre estas dos variables macroeconómicas. Para demostrarlo hemos seleccionado una muestra de 16 países de diversos grados de desarrollo para los que, utilizando la información obtenida de la USPTO hemos calculado, por una parte, la cantidad de patentes concedidas en Estados Unidos invocando prioridad de dichos países entre los años 2003 y 2005 y, por otra parte, hemos tomado el Gasto Global en Investigación y Desarrollo (GGID) que estos mismos países realizaron en el año 2003, en valores convertidos usando la paridad de poder de compra (PPP) que proporcionan los indicadores de CyT de la OCDE (Cuadro 7). Hemos elegido estas variables aceptando la hipótesis –hasta cierto punto arbitraria- que lo que un país invierte en I+D se verá reflejado en las patentes que dicho país obtenga en Estados Unidos en los 3 años subsiguientes (Grupp y Schmoch, 1999). El gráfico 19 muestra la dispersión de estas dos variables para los puntos representativos de los países seleccionados, indicando la recta de regresión lineal y el coeficiente de correlación entre ambas variables cuyo valor (0,926) confirma que efectivamente existe una alta correlación positiva entre estas variables. Volviendo a nuestro análisis y considerando el gasto global que Argentina realiza en I+D -del orden de los 917 millones de US$ en el año 2005-, el país se ubica en el extremo inferior del gráfico 19 (en el GGID graficado en el eje horizontal), lo que evidentemente guarda total coherencia con la escasísima cantidad de patentes que Argentina obtiene en los Estados Unidos. Podemos suponer entonces que una de las causales de esto es la baja inversión que el país hace en I+D.

En cuanto a la distribución de las patentes entre distintos tipos de titulares, la amplia mayoría que representa la titularidad por parte de personas físicas (el 54,8% de las patentes) sumado a la baja participación de las empresas privadas argentinas (el 14,7% de las patentes) es un claro indicio de la preeminencia de inventores individuales y de la escasa investigación tecnológica que realizan muy especialmente las grandes empresas privadas argentinas.

Otro hecho notable es la alta participación que tienen las empresas y universidades extranjeras -el 28,9% de las patentes-, esto probablemente esté reflejando la importancia numérica de los investigadores argentinos emigrados. Es indudable que constituye un valioso capital humano formado costosamente en el país y que –dadas las circunstancias- está generando riqueza tecnológica en beneficio de los intereses de otros países. También resulta significativa la escasa participación que tienen los OCTs y las empresas públicas en las patentes obtenidas en Estados Unidos. Esto no sólo está vinculado a la baja inversión que hace el Estado en investigación y desarrollo mencionada antes sino que también es consecuencia del fuerte sesgo hacia las ciencias básicas que tiene el gasto en ciencia y tecnología en Argentina, o dicho de otro modo, la poca relevancia de la investigación tecnológica.

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