Espacios. Vol. 26 (2) 2005. Pág. 20

Apuntes para una discusión sobre desarrollo rural en Venezuela

Notes for a discussion on rural development in Venezuela

Igor A. Arias M.


Enfoques y procesos

Igualmente, el modelo planteado soporta su viabilidad en el uso de nuevos enfoques y procesos que permiten explicar y operar sosteniblemente el complejo entramado de relaciones que dan sentido a esas realidades.

Enfoques como el de demanda ponderador de los requerimientos, intereses y necesidades de la gente; el enfoque sistémico como marco para ver interrelaciones, patrones de cambio, para manejar la complejidad; el enfoque de género que reconoce el rol de los ciudadanos en la familia, las comunidades, en la sociedad; el enfoque territorial que aborda de forma holística complejos espacios punto de encuentro de lo natural, político, socioeconómico, cultural; y el enfoque ambiental garante de las posibilidades de futuro se constituyen, en este marco, en instrumentos fundamentales para el desarrollo rural.

De la misma manera se otorga relevancia a una serie de procesos, bases para la creación de capital humano/social y de fortalecimiento institucional, entre los que destacan: el proceso de innovación, a través del cual se genera, difunde, adopta y usa el conocimiento y la tecnología en un marco de compromiso social de los actores; el proceso de capacitación coadyuvante y como vía para desarrollar capacidades en la gente; los procesos organizativos creadores de espacios para la participación. En el mundo de hoy es difícilmente concebible que la toma de decisiones y el poder puedan ser ejercidos a partir de individuos que se representan sólo a sí mismos; el proceso productivo generador de riqueza, empleos, ingreso; la participación entendida como la puesta en marcha de un proceso a través del cual los actores logran una verdadera redistribución de oportunidades que les permite tomar parte en las decisiones y contribuir con su propio desarrollo, ya no sólo como simples beneficiarios, sino como gestores del desarrollo; y muy importante, por ser expresión del enfoque ambiental e integrador ético-moral, resaltamos los procesos de conservación llamados a garantizar la propia existencia humana y del planeta en el largo plazo.

Finalmente queremos decir que el Desarrollo Sostenible, es en nuestra opinión, la más efectiva vía para atacar el flagelo de la “pobreza” y la exclusión, que de manera creciente hostiga nuestros pueblos, especialmente en las zonas rurales y no es posible, como dice Escobar (2000) un desarrollo rural sostenible sin la articulación armónica de los objetivos”“fuertes” de crecimiento y eficiencia con los objetivos “débiles” de equidad (distribución de la riqueza) y democracia (distribución del poder).

Es claro que si el desarrollo es mejoramiento de las capacidades y oportunidades de la gente como hemos venido señalando a lo largo de este trabajo, cualquier estrategia para impulsarlo, especialmente en los países en vías de desarrollo, pasa por darle prioridad a políticas de formación, capacitación e investigación.

Estamos seguros que los nuevos paradigmas del desarrollo rural y la ruralidad exigen de una visión de futuro que comprometa el pensamiento y su consecuente accionar, en la búsqueda de conceptos que den sentido a la necesaria relación hombre-sociedad-naturaleza y sean guía en la optimización de las posibilidades del desarrollo humano/social y con ello la sostenibilidad de la vida en nuestro planeta. Se trata de activar un proceso de largo plazo, basado en el conocimiento, la libertad y la creación de oportunidades en el cual el hombre, la familia, la comunidad inserta en la totalidad país, se dispone a construir un mejor futuro para ellos y las nuevas generaciones.

Referencias

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Vol. 26 (2) 2005
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