Espacios. Vol. 24 (3) 2003

Tremec-Chrysler: Una experiencia exitosa de innovación

Tremec – Chrysler: A succesful innovation experience

Salvador Padilla Hernández* y María de la Luz Martín Carbajal**.


Contenido


RESUMEN:
En este trabajo se examinan, desde el punto de vista de los microfundamentos del sistema nacional de innovación, la interacción entre proveedores y usuarios de dos empresas de la industria automotriz: Chrysler y Tremec. Se muestra cómo la vinculación productiva, económica y tecnológica entre ambas firmas resultó en una interrelación tecnológicamente complementaria ya que la interface mostró ser rica en intercambios de información y conocimientos tecnológicos, los cuales se transforman, finalmente, en procesos de innovación y aprendizaje tecnológico en ambas compañías.
ABSTRACT:
The interaction between suppliers and users of two car industry companies: Chrysler and Tremec is examined in this work from the point of view of micro fundamentals of the innovation national system. It is shown how the productive, economical and technological linking between both firms resulted in a technologically complementary inter-relationship, even though the interface showed to be rich in information interchanges and technological knowledge which finally became innovative process and technological learning in both companies.

Introducción

La innovación tecnológica es un proceso fundamental que incrementa la competitividad de las empresas y las economías nacionales a largo plazo. Las mejoras tecnológicas son un fenómeno generalizado en la economía moderna que depende de la dinámica del aprendizaje interactivo, búsqueda y exploración 1, la cual resulta en nuevos productos, nuevas técnicas o nuevas formas de organización y de mercados (Lundvall, 1997:3).

El aprendizaje se relaciona con las actividades rutinarias en el ámbito de la producción –primera dimensión del sistema nacional de innovación-, distribución y consumo y produce importantes resultados para el proceso de innovación. Por ejemplo, las experiencias diarias de los trabajadores, de los ingenieros de producción y los representantes de ventas influencian la agenda de producción determinando así la dirección de los esfuerzos innovativos de una firma. Dichos agentes producen conocimiento y señales que constituyen insumos sustanciales para el proceso de innovación 2.

La segunda dimensión del sistema de innovación son las instituciones o rutinas. El marco institucional provee a los agentes y a la sociedad de guías para la acción, pues en un mundo caracterizado por actividades innovadoras la incertidumbre es un aspecto importante de la vida económica. De esta forma las rutinas, o prácticas cotidianas para llevar a cabo acciones en la producción, distribución y consumo, hacen posible que el sistema económico avance y actúe en un mundo incierto.

De acuerdo con Lundvall (1997:5) una forma de ilustrar cómo el ámbito de la producción y las rutinas afectan de manera conjunta la velocidad y dirección de la innovación es enfocarse a las innovaciones de producto y sus raíces en la interacción entre productores y usuarios, puesto que a nivel microeconómico la estructura de producción define un conjunto de relaciones entre ambos agentes condicionando el alcance del proceso de innovación.

De esta forma, en el contexto del sistema nacional de innovación concurre un conjunto de agentes, instituciones, articulaciones y prácticas sociales vinculados a la actividad innovadora al interior de un país. Desde el punto de vista de sus microfundamentos, las relaciones entre proveedores y usuarios son un proceso social e interactivo en un entorno particular y sistémico.

De acuerdo con lo anterior aquí se examinan las vinculaciones económicas y tecnológicas entre dos empresas de la industria automotriz: Chrysler (usuario) y Tremec (proveedor). Para explorar dichas vinculaciones se presentan los resultados de un estudio que permitió conocer con mayor profundidad las relaciones de causalidad múltiple, determinantes de un fenómeno o proceso y, a partir de ellos, elaborar juicios inductivos de carácter general para abarcar una realidad más amplia. Por ejemplo, es de suponerse que lo que ocurre con la mayoría de las empresas productoras o proveedoras en términos de su relación con las empresas armadoras transnacionales, se dé también en otras compañías mexicanas que se encuentren en condiciones similares a las primeras desde el punto de vista tecnológico y organizacional.

En ese sentido, para seleccionar a la empresa usuaria se realizaron visitas a varias firmas transnacionales para tomar, finalmente, como objeto de estudio a Chrysler. Para elegirla se consideró que es una compañía que pertenece a una industria de alta tecnología, además, es una de las ensambladoras transnacionales más grande y prestigiada del mundo en la industria automotriz. Frente a ella, se escogió a una empresa proveedora mexicana de partes y componentes que tuviera relaciones tecnológicas con Chrysler. En este caso se eligió a Tremec dado que se trata de una empresa proveedora autopartes con un gran prestigio en el mercado nacional y mundial.

La investigación de campo se llevó a cabo por medio de guías de entrevistas que contenían preguntas tanto abiertas como específicas para ejecutivos, ingenieros y técnicos de ambas empresas.

Es oportuno recordar que la obtención de información de primera mano para un estudio empírico está matizada y sujeta a la formación e información tanto del actor entrevistado como al sesgo que el autor le imprime al interpretarla. Por esa razón y con el propósito de minimizar ese riesgo y complementar la información se recurrió a fuentes secundarias. Las visitas a las empresas objeto de estudio incluyeron también un recorrido por sus instalaciones industriales en donde se pudo adquirir, a través de la experiencia directa, una visión rápida de los procesos productivos. El trabajo de campo se llevó a cabo entre 1997 y 1998. Obviamente esta actividad no fue programada para realizarse en un lapso breve, más bien las visitas a las plantas y las entrevistas fueron ocurriendo de acuerdo con las circunstancias determinadas por las propias empresas, ubicadas preferentemente en Querétaro y el Distrito Federal 3. La investigación de la relación proveedor–usuario se desarrolla desde la perspectiva del proveedor porque, como podrá advertir el lector, existe un desequilibrio notable en el espacio que se dedica a la empresa usuaria transnacional en comparación con el que se destina a la empresa proveedora local dada la cantidad de información que se pudo recabar de una y otra, respectivamente. Dicho de otra manera, existe mayor peso en la información obtenida de la empresa proveedora nacional.

Este trabajo se desarrolla en cinco secciones. En la primera se mencionan brevemente las características de la estructura y estrategias del sector automotriz en México; mientras que en la segunda se describe la evolución tecnológica tanto de Chrysler como de Tremec. Dicha descripción sirve para abordar, en la tercera parte, el comportamiento tecnológico de ambas compañías. Por otro lado, en esta sección también se analizan los mecanismos por los cuales la interface entre el proveedor y el usuario ha resultado en innovaciones de producto y proceso. En la cuarta sección se estudian los sistemas y normas de calidad y control de la producción, pues la mayoría de las innovaciones de procesos y de productos provinieron de la adaptación de dichas normas. Para concluir, en la última parte se analiza el tipo de relación proveedor-usuario que surgió a partir de las vinculaciones tecnológicas entre ambas empresas.

1. Estructura y estrategias de la industria automotriz en México

Antes de comenzar con el estudio de las vinculaciones económicas y tecnológicas de las dos firmas mencionadas, conviene hacer una breve descripción de la estructura y estrategias de producción de la industria automotriz en el país. En el año 2000, la participación de la industria automotriz (autopartes y productos terminados) como proporción del sector manufacturero era del 14%, y del 3.0% en relación con el producto nacional bruto. Con respecto al empleo, esta industria ocupaba al 12.5% de la fuerza de trabajo del sector manufacturero y 1.6% del empleo total (INEGI, 2002).

La industria está integrada por dos sectores: uno dedicado a la producción y ensamblaje de vehículos (subcompactos, compactos, de lujo y deportivos), camiones (pesados y ligeros) y autobuses; el otro está compuesto por empresas fabricantes de autopartes. La producción y ensamblaje de automóviles agrupa a nueve empresas transnacionales: Ford Motor Company, General Motors, Daymler-Chrysler, Nissan, Renault, Volkswagen, Mercedes Benz, BMW y Honda 4. En la rama de camiones ligeros los principales productores son Chrysler, Ford, General Motors, Nissan y Volkswagen; mientras que el sector productor de camiones pesados está constituido por empresas como Camiones y Motores Internacional de México, Consorcio G. Grupo Dina, Kenworth Mexicana, Mercedes Benz México, Motor Coach Industries México, Scania de México y Volvo Bus de México (INEGI, 2000).

Por otro lado, la rama de autopartes reúne a poco más de 500 empresas (Expansión, abril 2002). En esta rama, las empresas grandes poseen un reconocimiento mundial y producen para el mercado nacional e internacional. Se concentran en la producción de componentes mecánicos (sistemas de mayor grado de complejidad técnica y mayor valor agregado) que en muchos casos requieren altas escalas de producción. Dichos componentes están relacionados con el motor, la transmisión y el tren de fuerza, encendido, frenos, dirección y suspensión, es decir, las piezas funcionales del automóvil.

Los productores de autopartes en México, sobre todo las grandes compañías, están estrechamente vinculados a la competencia global por lo que su forma de producción adopta las normas que imponen las plantas ensambladoras. Es decir, no abastecen el mercado con base en los precios, en lugar de ello el sistema de proveeduría se fundamenta en factores tales como calidad, aplicación de sistemas como el abastecimiento global o justo a tiempo y desarrollo de productos; factores de competitividad que se construyen a partir de una relación cercana entre proveedor y cliente (Micheli, 1996).

De esta forma, para cumplir con los compromisos de calidad impuestos por los ensambladores algunos de los grandes fabricantes mexicanos de autopartes como Spicer, Condumex, Vitro y Cifunsa realizan inversiones en IyD, que les permiten participar exitosamente en los mercados externo e interno y mantener sus ventajas competitivas.

Adicionalmente, para participar en esta industria tan competida a escala mundial, los grandes productores nacionales como Spicer y Condumex han establecido alianzas estratégicas con empresas extranjeras por medio de distintas modalidades de cooperación como licencias, convenios o transferencia directa de tecnología. Estas alianzas han resultado exitosas ya que el apoyo externo se suma al conocimiento del mercado nacional por parte de la empresa mexicana en aspectos tales como preferencias de clientes, relaciones con armadoras y regulaciones gubernamentales, entre otras (NAFIN-IMEF, 1995:176).

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