Espacios. Vol. 22 (2) 2.001


Discursos, representaciones y ficciones en el proceso de difusión de incubadoras de empresas de base tecnológica en la Argentina 3/4

Discourses, representations and fictions in the diffusion process of technology -based enterprises incubators in Argentina.

Mariana S. Versino


4.2 Su reconstrucción.

En este punto intentaremos reconstruir a partir de sus elementos centrales las representaciones de los procesos que se desean promover a través de la implantación de IEBTs que, con un mayor o menor grado de articulación, se encuentran presentes en los discursos de sus gestores. En este caso tendremos en cuenta no solo el material correspondiente a las entrevistas realizadas, sino también los documentos que fueron elaborados para fundamentar la puesta en marcha de los proyectos. Diferenciaremos una vez más según su origen institucional el tipo de elementos encontrados en cada caso.

Encontramos en los discursos analizados la contraposición de dos aproximaciones diferenciadas a los procesos de cambio que se intentan inducir a partir de la implementación de IEBTs. En primer lugar, describiremos las conceptualizaciones presentes en los tres casos analizados de incubadoras creadas desde el ámbito universitario. Aun cuando puedan encontrarse divergencias parciales en la forma que las mismas adoptaron finalmente de acuerdo al perfil institucional de cada una de las universidades estudiadas, existe en quienes gestionan los proyectos desde este ámbito institucional una misma concepción con relación a los procesos de cambio tecnológico y al lugar que ocupa la incubadora como instrumento para su promoción. En segundo lugar, intentaremos referenciar los elementos presentes en las representaciones elaboradas en el resto de las instituciones analizadas. En este caso, por un lado, haremos una breve mención a la visión encontrada en los representantes del gobierno municipal y, por otro, veremos los casos en que se encuentran involucradas instituciones nacionales de I+D y organizaciones no gubernamentales. Los últimos se asimilan, en principio, por oponerse críticamente a las representaciones derivadas de la primera aproximación.

En trabajos anteriores (Versino, 1999, 2000) hemos descripto el origen y las características de las modelizaciones presentes en los discursos de los gestores de proyectos universitarios. Dicho origen refiere, como vimos, a la formación impartida en el marco del Programa Columbus del cual participaron la mayoría de las universidades que iniciaron este tipo de actividades en Argentina. Presentaremos brevemente algunas de las características que nos resultan de interés para poner en juego en el presente trabajo.

Dichos proyectos parten de una modelización estilizada del proceso de creación y desarrollo de nuevas empresas. La misma establece que para la concreción de dicho proceso se requiere de “ideas” y “gente” como los inputs iniciales a ser transformados. Las “ideas”, a partir de su evaluación, se transformarán o no en oportunidades comerciales y la “gente”, a partir de su participación en cursos de formación, en potenciales emprendedores. Todo este proceso es concebido, además, en función de las etapas sucesivas por las que atraviesa la empresa. Dichas etapas son asimiladas al ciclo de desarrollo del producto de la empresa y a un recorrido evolutivo que se cristaliza espacialmente en un trayecto que se inicia en el laboratorio universitario, pasa por la incubadora y el centro de innovación y finaliza con la instalación de la empresa en un parque tecnológico. Cada una de estas etapas refiere al conjunto de apoyos que requiere la empresa, entre los cuales se postula a las incubadoras como el indicado para el momento en que la firma inicia sus primeras actividades empresariales.

Esta primera aproximación concibe a la innovación como un proceso lineal y a la figura del emprendedor como la clave para la generación de una nueva empresa. Por su parte, el contexto socio-económico, político y cultural es visto como un entorno en principio inmodificable, postulándose solo como objeto de intervención de las políticas lo relativo a la creación de una “infraestructura de apoyo” (en nuestro caso, las incubadoras) o lo atinente a la transformación de los inputs arriba mencionados (esto es, la constitución de un “banco de ideas de negocios” y la realización de “cursos para emprendedores”). No solo los documentos que justifican las experiencias universitarias analizadas, sino también los discursos de los actores a ellas vinculados – aun cuando en los mismos se incorporen elementos derivados de las condiciones impuestas por la realidad local – refieren a esta conceptualización de los procesos que se buscan promocionar.

En el resto de las instituciones analizadas nos encontramos con representaciones heterogéneas, en general poco sistematizadas, debido a lo cual realizaremos un tratamiento particularizado de cada una de ellas.

En el caso del programa promovido por el gobierno municipal analizado, si bien su denominación apela al concepto de incubadora de empresas de base tecnológica, reconocidamente no responde a un programa de estas características. Por un lado, las empresas que ingresan al mismo deben ser firmas ya constituidas que demuestren tener una trayectoria que “garantice” sus mayores probabilidades de supervivencia y, por otro, el concepto de “base tecnológica” es utilizado en un sentido lo suficientemente amplio como para incluir a la totalidad de quienes soliciten los servicios del programa siempre y cuando se trate de “negocios viables comercialmente”. En este caso, existe una representación que valora positivamente el componente tecnológico de las firmas, pero que no brinda un marco conceptual e interpretativo destinado a orientar las acciones de los gestores del proyecto hacia la implementación de la idea que subyace en su denominación.

Lo que denominaremos una segunda aproximación diferenciada de la dominante en el ámbito universitario, la encontramos en quienes participan de este tipo de experiencias desde organismos nacionales de ciencia y tecnología. Cabe destacar el hecho de que, aun cuando en estos casos se trate de proyectos con importantes diferencias derivadas de las características institucionales de quienes los llevan adelante, comparten la asociación o estrecha vinculación 9 con la entidad que en Argentina viene desarrollando acciones orientadas al apoyo de “emprendedores tecnológicos” desde hace más de diez años. Este es el caso de la Fundación EMPRETEC la cual parte de una visión de los procesos de generación de EBTs que no considera a la incubadora (“física”) como una infraestructura de apoyo necesaria para fomentarlos – o, cuando menos, no en todos los casos. Desde la perspectiva que esta institución ha adoptado, el énfasis está puesto en la figura del “emprendedor” y ello, particularmente, en relación con los aspectos “actitudinales” de dicho concepto, reconociendo como fuentes de las ideas que guían sus acciones a los desarrollos de la vertiente norteamericana de análisis del ‘emprendedorismo’.

En el caso del proyecto que lleva adelante sus actividades sin una asociación formal directa con dicha organización, los conceptos de ‘estrategias de desarrollo local’ o de ‘sistema nacional de innovación’ se hacen presentes en el discurso de quienes lo gestionan, aun cuando sea reconocido el hecho de que no es la forma común de visualizar las cosas al interior de sus instituciones de pertenencia. En este caso, se encuentra en el discurso de los gestores del proyecto una representación de la tecnología derivada de los actuales desarrollos evolucionistas acerca el tema. El proceso de innovación es declaradamente visto como no lineal y se habla de la necesidad del fortalecimiento de la “sinergia” entre las instituciones y los actores sociales involucrados en el desarrollo de las iniciativas. Por su parte, se visualiza a la incubadora como necesariamente articulada a estrategias de desarrollo local que tengan en cuenta “las capacidades y perspectivas socio-productivas” de su zona de influencia.

4.3 Acerca de las representaciones ¿o ‘ficciones’? hegemónicas.

Veremos a continuación las conceptualizaciones a partir de las cuales se han construido discursos ‘representativos’ en tanto presentados como documentos de la entidad actualmente aglutinadora de quienes llevan adelante este tipo de iniciativas en la Argentina. Para ello se tendrá en consideración, particularmente, el “Programa de promoción para la creación de empresas innovadoras” presentado por la AIPyPT en un informe elevado a la Secretaría para la Tecnología, la Ciencia y la Innovación Productiva y un trabajo en el que se desarrolla más detalladamente el modelo propuesto en dicho documento (Willis y Plastino, 2000).

La propuesta mencionada se establece con el objetivo de “crear y desarrollar un Proceso Nacional de Innovación, tal que al cabo de ocho años genere un significativo número de empresas innovadoras, capaz de producir un sensible crecimiento de la economía y la generación de puestos de trabajo dignos...” (Programa..., 2000:1). Se plantea que “por la complejidad de la dinámica de estos procesos, el análisis de estas estrategias es casi imprescindible realizarlo con el sustento de modelos matemáticos que aproximen la conducta de variables significativas.” (Willis y Plastino, 2000:1) Se consideran como “variables ‘de entrada’ claramente identificables que influencian el flujo de las primeras etapas de pre-incubación de emprendimientos” a: 1) la “difusión de actividades emprendedoras” (estrategias comunicacionales), 2) la “formación” (cursos para formadores y emprendedores) y 3) los “apoyos” (capital de fertilización e instrumentos de incubación) (Willis y Plastino, 2000:3-4). A partir de estos elementos se establece una simulación que evalúa la realización de una inversión a lo largo de ocho años en cada una de estas áreas o “variables”. Se definen costos para las actividades de difusión; cantidad, número de participantes y costos de los cursos para docentes y para emprendedores; costos para la puesta en marcha de las incubadoras y cantidad de emprendimientos a ser incubados por cada una. Se asumen supuestos sobre la “amplitud del incremento derivado de los cursos para formadores” y sobre la cantidad de personal incorporado en los primeros cuatro años de desarrollo de cada empresa. La eficiencia de la inversión se evalúa en función de los resultados en términos de empresas creadas y número de puestos de trabajo generados. Por último, y luego de asumir hipótesis acerca de los parámetros que guiarán el establecimiento de las relaciones entre cada variable, se realizan distintas simulaciones en función de diversos escenarios con el objeto de estimar los resultados de las inversiones realizadas 10.

Este trabajo traduce en términos de un modelo matemático ingenieril, con elementos de raíz biologicista, la forma de interpretar los procesos de generación de empresas descripta a partir de la primera aproximación reseñada en el punto anterior. Las acciones derivadas de la implementación de dicho modelo (realización de cursos de formación, identificación de ideas y creación de “infraestructuras de apoyo”) son las que se asumen como necesarias para el desenvolvimiento de la transformación de la dinámica económica y productiva. A partir de allí, el desarrollo simulado incorpora supuestos cuya verificación empírica resulta fuertemente cuestionable.

Cabe destacar que este discurso no es compartido por la totalidad de los gestores de los proyectos en marcha, sin embargo, sí es aceptado el hecho de que circule como ‘representativo’ de los intereses del conjunto. Si bien el ‘discurso privado’ de algunos de los actores entrevistados no solo no avala este tipo de aproximación, sino que la considera totalmente ineficaz como vía para lograr los objetivos buscados (esto es obtener recursos por parte del gobierno nacional para el desarrollo de sus actividades), no existe la voluntad de que dicha opinión sea conocida públicamente. Y la razón brindada acerca del por qué ello sea así, apela a la incapacidad reconocida por parte de quienes lo critican para construir un discurso alternativo.

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